Espantando la crisis a la carrera

Oviedo, M. D. B.

A pie, en bicicleta, sobre patines, en piragua y, por primera vez, hasta sobre una tabla de surf. Cada vez más asturianos entienden que el deporte es una buena manera de despedir el año. Y en 2009, como si fuese una forma de escapar de la crisis, las cifras se dispararon por encima de los 12.500 participantes en las pruebas «San Silvestre», 32 en total, contando con la de La Fresneda, adelantada al domingo.

Como siempre, las tres grandes ciudades contaron con la mayor participación. Gijón sigue a la cabeza, rozando los 3.000 inscritos, seguida ya de cerca tanto de Oviedo como de Avilés. Pese a que en las «San Silvestre» lo importante es participar, la instauración de los chips permite a los deportistas conocer su puesto en la clasificación y el tiempo empleado.

También hay, por supuesto, adictos a la competición. Es el caso del riosano Alberto Suárez, ganador en Pola de Siero por la mañana y en Oviedo por la tarde. De Dioni Martínez, que inauguró el palmarés de Cudillero y después también cruzó el primero la meta en Luarca. De la ceutí Samina Mhamdi, que se impuso en Laviana y en Oviedo. Y, por supuesto, de Juan Luis Rodríguez, que estuvo a punto de firmar su triplete particular: ganó en Morcín y Moreda, mientras que sólo Javier Murujosa le cerró el paso en Mieres.

Ni el frío ni la lluvia frenaron a los entusiastas de las «San Silvestre». Pocos rincones de Asturias quedan ya sin esta particular expresión popular, que va a más.