Oviedo, Á. FAES

Agonizaba el Dépor-Madrid de hace una semana en Riazor y en la banda, junto al banquillo, Pedro Mosquera daba saltitos a la espera de su momento. Casi tiraba del brazo al cuarto árbitro deseando una interrupción en el juego para cumplir su sueño de niño: debutar en el primer equipo del Real Madrid. Unos metros más arriba, en la tribuna, la familia del chico se mordía las uñas. ¿Podría salir? Sería una historia de cuento. La del gallego emigrado a los 12 años para convertirse en futbolista, que regresaba con 21 para debutar ante los ojos de su gente más cercana. No pudo ser. El juego fluyó sin detenerse un par de minutos y Ayza Gámez señaló el camino del vestuario. Pedro Mosquera, chafado, se fue a la ducha con el consuelo de la victoria. El Madrid había ganado en Riazor (1-3) después de 18 años de batacazos.

Por lo menos Mosquera lo tuvo cerca porque los otros tres canteranos que se llevó Pellegrini a Galicia ni siquiera intuyeron una opción de jugar. Las lesiones dejaron al primer equipo devastado y el «Ingeniero» tiró de chavales para el banquillo. Pero David Mateos, Raúl Ruiz y Rodrigo se quedaron tan inéditos como el gallego.

Al rato del final habló Jorge Valdano para encender la hoguera. «Me dolió que no jugara Mosquera. Posiblemente Pellegrini no conocía bien a los canteranos que tenía y no se atrevió a sacarlos. Tal vez alguno le podría haber auxiliado porque el equipo jugó una hora de buen fútbol pero luego acusó la falta de cambios». De hecho, sólo Drenthe entró de refresco, cuando en el minuto 79 sustituyó a Raúl.

El chileno se tomó ayer la venganza. Se salió de su habitual discurso plano para contraatacar a Valdano. Todo un golpe al orgullo argentino del director general, el responsable de haber fichado al «Ingeniero» y casi su único valedor cuando estuvo en la cuerda floja antes de la Navidad. «La cantera no está dentro de mi trabajo, pero yo los conozco a todos. De lo que dijo Valdano, pregúntenle a él», respondió ayer Pellegrini.

Resulta curioso que la alineación de Riazor fue una de las que tenía más jugadores formados en el club que se recuerda últimamente. Casillas, Arbeloa, Granero, Guti y Raúl. Cinco futbolistas de la casa rompieron la maldición de La Coruña. «Hacía 18 años que no se ganaba allí y creo que eso tiene más importancia que si debutó un canterano o tuvo más o menos minutos», dijo Pellegrini en su defensa.

Desde luego, y aunque no sea directamente tarea suya, Pellegrini no es un técnico que se distinga por dar demasiadas oportunidades a la gente de casa. Era una de las pocas pegas que le ponían en el Villarreal. Sin ir más lejos, el asturiano Santi Cazorla tuvo que emigrar una temporada cedido al Recreativo de Huelva tras un primer año sin minutos en el equipo amarillo. Regresó para hacerse un fijo allí. Más tarde, la selección, el triunfo en la Eurocopa y demás. Algo parecido le sucedió al entonces prometedor Héctor Font, acomodado más tarde en Osasuna y ahora en el Valladolid.

Surgió así la primera polémica entre el entrenador y el director deportivo. ¿Habrá emergido entre ellos la vieja rivalidad de argentinos y chilenos? El caso es que después de la reprimenda la presencia de canteranos fue masiva en los entrenamientos de esta semana. Pellegrini se defendió de nuevo. «No se entrenaron esta semana por lo que dijo Valdano. Revisen todos los entrenamientos hacia atrás y verán que siempre han subido cuando han faltado jugadores del primer equipo. Y yo los conozco de cuando vienen con nosotros para los puestos que yo pido jugadores, no tengo que recibir ninguna información», insistió el «Ingeniero».