Gijón, N. A.

Un simple vistazo al palmarés de Arrigo Sacchi habla de su trascendencia en el fútbol. Su gran legado fue el Milán de finales de los ochenta y comienzos de los noventa. En el plano más material, el equipo de Sacchi conquistó dos copas de Europa (88-89 y 89-90), la Liga italiana (87-88) y dos intercontinentales (89 y 90); pero además, en los cuadernos de los entrenadores, Sacchi introdujo conceptos como la defensa en zona o la presión asfixiante que cambiaron la forma de ver el fútbol.

Los comienzos de Sacchi no fueron sencillos. En los albores de su gran Milán el cuadro «rossonero» se vio emparejado con el Sporting en la primera ronda de la Copa de la UEFA de la temporada 87-88. Los Van Basten, Gullit o Ancelotti aterrizaban en Gijón de la mano de un Sacchi que comenzaba a construir un equipo campeón. El técnico italiano tiene un recuerdo bien vivo de aquel partido. «No dormimos en dos noches porque los aficionados del Sporting venían a las puertas del hotel donde nos hospedábamos a cantar toda la noche», rememora con sentido del humor. El encuentro finalizó con victoria sportinguista por uno a cero, merced a una volea de Jaime que hizo inútil la estirada de Galli. «Antes del partido los seguidores del Sporting nos repetían una frase: "En El Molinón no se gana"», relata Sacchi haciendo gala de una excelente memoria, «fue un partido particular, muy complicado y al final perdimos por la mínima». La derrota dejaba a Sacchi en una situación complicada. En una institución en la que todo lo que se aleje de la victoria es sinónimo de fracaso, el difícil comienzo parecía dinamitar el futuro del técnico; pero el italiano saca conclusiones positivas de estos duros inicios: «En Gijón se vio el comienzo de un gran proyecto. Por entonces queríamos ser un gran equipo y por fortuna lo conseguiríamos en los años siguientes. Siempre que llega una derrota como aquella en Gijón o como cuando el Espanyol nos eliminó más adelante en la misma competición, los jugadores que saben hacer autocrítica tienen que sacar provecho de estas situaciones». Arrigo Sacchi termina su análisis con una frase concluyente: «En la derrota siempre se mejora, más que en los éxitos». Palabra de un hombre que movió los cimientos del fútbol actual.