Londres

Lewis Hamilton ha salido airoso de una de sus últimas polémicas extradeportivas. El piloto británico de Fórmula 1 decidió exhibirse fuera de los circuitos haciendo acrobacias con su coche en un lugar público. El juez que ha llevado su caso ha sido benévolo con él y tan sólo le ha hecho pagar una multa. Todo ocurrió en marzo, durante el Grand Prix de Melbourne cuando Hamilton fue arrestado mientras llevaba a cabo acrobacias con un Mercedes Clase-C de más de 100.000 euros. El piloto decidió obsequiar a sus seguidores con una serie de maniobras no permitidas en las vías públicas. El coche del piloto fue incautado, y él mismo se declaró culpable de lo ocurrido.

El juez, Clive Alsop, explicó en el juicio que Hamilton había abusado de su posición e influencia «comportándose como un estúpido conductor joven», y podría haber sido mucho más duro con Lewis, pero agradeció la carta de disculpas del piloto. Hamilton tan sólo está ahora obligado a pagar una multa de 336 euros.