Gijón, Rubén DÍAZ

De lo poco bueno que hizo el Sporting el sábado, de casi todo, es responsable la inspiración de Diego Castro. El gallego, una de las piedras angulares rojiblancas, puso una vez más su talento al servicio colectivo. Con el amargor todavía presente por la derrota con el Valencia mira al horizonte de la Liga con ganas de revancha.

-¿Le dio muchas vueltas al partido por la noche?

-Cuando las cosas no le salen al equipo pasas la noche pensando en los errores que cometimos. Sabemos que esta semana los tenemos que analizar y poner solución. Te queda el mal cuerpo de los primeros quince minutos, en los que no estuvimos a la altura y se nos fue el partido.

-¿Es difícil encontrar una explicación a por qué el equipo entró de esa manera en el partido?

-Antes de empezar comentábamos que teníamos que salir con intensidad. Es una pena porque de haberlo corregido en su momento el partido quizá hubiera sido de otra manera. Se vio en la segunda parte que metiéndole intensidad podía caer de cualquier lado. En la primera parte todo se les puso de cara. La primera estrategia que tienen meten gol y luego hacen el segundo en una jugada por banda.

-¿Les sorprendió que el Valencia arrancara el encuentro tan metido en todas las facetas del juego? Más aún cuando Preciado dijo que ustedes iban a salir más mentalizados de lo que había en juego porque el Valencia tiene la cita europea con el Manchester United.

-A veces te llevas sorpresas con los análisis que haces antes de los partidos. Pero está claro que desde hace tiempo el Sporting se caracteriza porque sale muy fuerte y luego por momentos, especialmente al final de cada parte, tiene menos intensidad porque pagamos ese exceso de ímpetu al principio. Lo sucedido con el Valencia es raro en este equipo. No es la norma de comportamiento del Sporting en casa.

-¿Por qué defendieron tan mal el córner? Ustedes optan por la zona, pero se plantan en el área pequeña solos Topal y Ricardo Costa para rematar el centro de Fernandes.

-Aparte de no haberlo hecho bien, también hay que darle mérito al Valencia. Le hacen un bloqueo en esa zona a Gregory, que es el que está por detrás de quien defiende, la corta y aprovechando ese bloqueo llegan Topal y Costa. Fernandes golpea muy bien el balón. La pelota baja con mucha violencia, de hecho Topal remata de cabeza a la altura de la cadera, algo que no es lo normal en un córner. Los equipos nos estudian y la jugada la explica el bloqueo a Gregory y el arrastre que hace Soldado al primer palo. Con esas acciones lograron un espacio libre que ocupó Topal haciéndonos mucho daño.

-La puntilla llegó con la genialidad de Mata, que le regaló un gol a Soldado. ¿Recibir dos goles en un intervalo de tres minutos les mató anímicamente?

-Sí. Pero lo normal no es que un equipo llegue dos veces a portería y te meta dos goles. Lo normal es que, sobre todo al principio, cada equipo vaya tanteando cómo aproximarse al área rival. Pero con esa precisión por parte del rival es muy difícil. Me recuerda al partido del Atlético de Madrid, que cuando te das cuenta estás perdiendo. A nosotros nos ha pasado a favor con rivales con los que hemos sido capaces de tener esa precisión. El sábado la tuvo el Valencia al cien por ciento. Además, tácticamente son un equipo de Liga de Campeones y saben cómo llevar el partido a su terreno, dejarse caer... El árbitro también permitió que se parara el ritmo. Nosotros queríamos imponer un ritmo alto para partir un poco el choque, tuvimos alguna ocasión, pero al final no salió nada. Esa precisión suya en quince minutos y nuestros despistes nos costaron caros.

-Pero el Valencia, tras los dos goles, les presionó en su campo y les obligó a jugar muy directo buscando a Sangoy infructuosamente. ¿Ése no era el camino?

-Uno de los errores del partido es que estuvimos muy separados. Seguro que el técnico va a hacer hincapié esta semana en eso. Entre la defensa y la delantera había demasiados metros. En el fútbol se habla de abanicos, acordeones..., todo lo que tiene que ver con la cercanía de líneas. Y el sábado estuvimos muy, muy separados. Por eso cuando jugábamos orientados nos tapaban y no éramos capaces de coger los rechaces o las caídas de balón para volver a jugar. ¿Que no es nuestra manera de jugar? Seguro. Aunque en ese momento tal como te lo estaba poniendo el Valencia no era una mala opción, pero estábamos muy separados. No puede volver a pasar. Creo que por la mucha distancia que dejamos entre nuestras líneas nos ganaron el centro del campo.

-En el segundo tiempo recuperaron algo su identidad.

-Mejoras un poco la cara, pero no es suficiente. Aquí se trata de puntuar y de estar a buen nivel los noventa minutos. No puedes cometer errores como en los primeros quince minutos. Si quizá hubiéramos empezado como en los minutos del segundo período, en el que fuimos más nosotros mismos, con velocidad, presión e intensidad, igual el partido hubiera sido otro.

-Para cerrar capítulo con el partido del Valencia. ¿Cree que la jugada de Barral pudo ser un punto de inflexión o el Valencia es un equipo con callo como para no ponerse nervioso?

-Es difícil de saber. Fueron nuestros mejores momentos. No es que estuviésemos tampoco demasiado precisos, pero en esas tres o cuatro llegadas, de meter alguna, claro que podría haber cambiado el escenario. Lo hemos hecho otras veces. Al propio Valencia le remontamos otras veces. Pero no vamos a poner paños calientes. Hay que intentar que no se nos adelanten en el marcador y hacerlo nosotros con intensidad.

-¿Ganar en Zaragoza sería importante para retomar el timón en la competición?

-En Primera no hay partidos sencillos, pero si tenemos que ser un poco positivos con lo andado hasta ahora, es que nos hemos quitado a tres de los grandes equipos que van a estar arriba toda la temporada. Eso te despeja el horizonte y te deja frente a equipos de tu Liga, con los que las fuerzas están equiparadas y con los que vamos a ir a por todas. La salida a Zaragoza se antoja como una buena piedra de toque para dar un golpe de autoridad y dejar claro que lo del Valencia fue un mal día. La campaña pasada ya logramos ganar allí, así que por qué no lo vamos a conseguir en esta nueva temporada.

-¿Los cuatro puntos que han sumado en los partidos jugados hasta ahora es el balance lógico por su potencial, teniendo en cuenta la entidad de los equipos a los que se han enfrentado?

-Sí, está claro. Perder en el Camp Nou y en el Calderón entra dentro de la lógica. Eso no significa que nosotros no intentáramos con convencimiento puntuar allí, porque otros equipos lo han conseguido.