Gastón Sangoy (Paraná, 1984) logró el gol del triunfo frente al Levante. El gol se le resistía desde el 17 de octubre de 2010 ante el Sevilla, también en El Molinón. La realidad es que el delantero argentino de 27 años sólo jugó en la actual Liga 308 minutos en 10 partidos y por esto su celebración estuvo cargada de mucha rabia.

-Necesitaba ya marcar.

Sobre todo para el equipo, porque esta victoria nos da vida y fue ante un gran equipo. También yo precisaba este empujón que buscaba hace tiempo. Le comentaba a Rivera que nunca me levanté tan rápido del suelo, y lo aproveché para lograr los tres puntos. Es el primer escalón de los que debemos superar para buscar la permanencia.

-Ante el Racing y Zaragoza tuvo también sus ocasiones.

Cuando se sale a jugar sólo 15 minutos es complicado hacerlo bien. Si antes hubiera marcado ahora sería otra historia también para el equipo. A la tercera me salió y la verdad es que me quedé ciego. No sé bien cómo lo celebré porque ya no estaba acostumbrado. Salté al campo oyendo silbar y me puse las orejeras sin mirar por qué era. Nos meten seguido el 1-2 y parecía que se nos caía el mundo encima. Pero el equipo supo reaccionar ante todo poniendo alma y corazón hasta volver a remontar y lograr esta merecida victoria.

-Clemente apostó por usted.

El técnico nos habla mucho y muy directo para corregir cosas. Eso es bueno. También alaba las virtudes. Trabajo al cien por cien y me veo más suelto. Valora el contar con los 25 para que aporten y el que juega se tiene que dejar el alma.

-Los aficionados dicen que está gordo.

No lo entiendo, porque casi no me han visto jugar. Ni tampoco que a Trejo y a mí nos insulten, quizás porque somos de fuera. Hay que aceptar que el público te critique en el campo, pero que digan que estoy gordo cuando estoy en mi mejor peso, mejor incluso que cuando tenía 16 años. Ahí está Gerardo Ruiz para confirmarlo.

-Se les da por descendidos.

Realmente tenemos posibilidades y lucharemos hasta que los números digan lo contrario. Habrá que ver lo que hace el Villarreal, y confío en que podamos salir adelante. Tenemos que jugar y correr como hicimos ahora ante el Levante, que está por méritos arriba en la clasificación. En el vestuario, aunque somos colistas, estamos todos muy unidos. Se pudo comprobar en el partido del miércoles.

-¿Cómo ve esta visita al Santiago Bernabeu?

Difícil, porque el Real Madrid es el mejor de la Liga y está más fuerte que cuando ganamos allí el año pasado. Hubiera sido mejor tener ahora otro rival, tras la victoria ante el Levante, pero hay que ir a luchar al máximo a ver si logramos algo.

-¿Cuál fue el momento más duro que pasó en esta Liga?

Una lesión de mes y medio que me impidió disputar minutos en la Copa del Rey y tuve que volver a empezar. Trastocó mucho mis planes. También tuve impotencia y mucha rabia cuando se dijo que fui de copas a Pola de Siero cuando se demostró que no fue cierto. Uno es profesional, salgo poco, y sé cuándo puedo hacerlo.

-Recuerda que el público le chilló mucho al final ante el Zaragoza cuando dio aquel pase mal a Colunga.

Fue un error. Pensaba en llevarme el balón hasta que me saliera un rival para pasársela. Pero al ver que Adrián hizo una diagonal se la tiré por arriba y salió larga. Soy humano, y cuando sales a jugar sólo 10 minutos se cometen más fallos. Todo eso que pasó te desanima.

-¿Qué espera en este final?

Defender esta camiseta a muerte hasta que me echen o acabe el contrato. Y demostrar que este equipo lucha y pelea por el triunfo para buscar seguir en Primera.