El Deva devuelve el fútbol a los campos de la Laboral

El Deva es uno de esos conjuntos que ejemplariza el espíritu del fútbol base. La familiaridad de este club gijonés hace de su sencillez un valor añadido y pone en valor que el deporte es algo más que resultados. El presidente, Laudelino Fernández, hace de su peluquería en la calle de San Antonio el cuartel general de operaciones. Allí registra en una gran libreta la lista de jugadores que completan los ocho equipos de la entidad y cuando la tijera descansa se calza las botas para colaborar en los entrenamientos de los chavales. Un estilo genuino en el que el espíritu de equipo es la fórmula para ganar dentro y fuera del campo.

El Club Deportivo Deva cumple su segunda temporada en las instalaciones deportivas de la Laboral. Disputa sus partidos en unos terrenos contiguos al de la cancha de béisbol y en los que anteriormente se practicaba rugby y fútbol americano. La hierba natural de este campo ha sustituido a la arena de El Molinín, campo donde ha jugado durante toda su historia y que desaparecerá una vez se lleve acabo el plan urbanístico de Cabueñes.

Mientras los cuatro equipos de campo con los que cuenta el club juegan en la Laboral, los otros cuatro de pista que completan el organigrama disputan sus encuentros en la pista del Colegio Cabueñes. Este es uno de los centros educativos de los que se nutre la entidad, que también colabora con el San Lorenzo y el Jovellanos. La apuesta por el fútbol como divertimento se completa con la escuela deportiva con la que encuentro el conjunto gijonés y en la que participan una veintena de chavales

La estructura deportiva está capitaneada por el equipo juvenil, que se encuentra en la zona templada de la Tercera. El conjunto entrenado por David Ondina está formado por Pablo, Iván, Miguel Ángel, Riu, Chola, Happy, Daniel, Alan, Rober, Alberto, Gullermo Lozano, Enol, Albert, Gonzalo, Álvaro, Isaac, Sergio, Rubén, Pablo Baylon, Ricardo, Ryan, Bryan, Francisco, Gullermo López y Diego.

El Tercera cadete, que cuenta en su mayoría con jugadores de primer año, lleva a que el equipo dirigido por Álvaro y Adrián confíe en ocupar los puestos altos el próximo año. La plantilla cuenta con los siguientes jugadores: Ulises, Sergio, Luis Pedro, Humberto, Iván, Siron, Marcos, Maximino, Dimas, Álvaro, Antonio, Miguel, Rafael, Robert, Daniel, Elías, Jonathan, Kevin, Samuel, Fara y Jean Louis.

En Tercera también milita el infantil, que se encuentra en mitad de la tabla y está dirigido por Avelino y Edu. El equipo cuenta con los siguientes jugadores; Miguel, Aser, Joan, Jorge, Manuel José, Guillermo Acuña, Sami, Néstor, Juan, Pablo, Iván Rodríguez, Iván Suárez, Luis, Jorge, Mario, Rubén, Guillermo Meana, Borja, Álvaro y José Antonio. La gran alegría de la temporada la puede protagonizar el Tercera alevín, que coquetea con los puestos de ascenso. El equipo dirigido por Pablo y Borja cuenta con los siguientes jugadores: Mateo, Richard, Jorge Corostola, David, Hugo, Jorge Luna, Adrián, Pablo Rodríguez, Alejandro, Jaime, Pablo López, Juan Felipe, Álvaro y Héctor.

También está siendo positiva la actuación en Tercera del benjamín A, instalado en los puestos altos. El conjunto entrenado por Fer y Bea está compuesto por: Tony Denis, Daniel, David, Andrés, Guzmán, Guillermo, Bruno, Diego y Enol.

En el benjamín B, que también se encuentra en Tercera, continúa en plena formación de la mano de Daniel y Joaquín. La plantilla está compuesta por: Hugo, Diego, Daniel, Álvaro, Pelayo, Pablo, Pedro Iyán, Adrián, Iyán Mariño y Rubén Darío.

El prebenjamín A está protagonizando otra de las sorpresas de la temporada por su buen rendimiento. El equipo dirigido por Borja cuenta con los siguientes jugadores: Pablo, Diego, Santiago, Jason, Juan, Ahmed, Pedro y Mario.Los equipos de pista se completan con el prebenjamín B, que está entrenado por Ángel. La plantilla está compuesta por Hugo, Alejandro, Diego, Adrián, Santiago, Mario, Diego, Lucía y Víctor.

«Nuestra imagen y rendimiento mejora año a año», afirma Laudelino Fernández. El proyecto del Deva es un ejemplo en tiempos donde los resultados han eclipsado la verdadera tarea del fútbol base. Hacer del deporte una excusa para formarse y divertirse.