Gijón, Á. C.

«Vamos a ir a ganar las cuatro finales que nos quedan». Gregory Arnolin lidera el sentir de la plantilla para afrontar el último tramo de la Liga. El francés personifica la capacidad de sobreponerse a la adversidad en uno de los momentos más complicados de la temporada. Una rotura de menisco le había dejado sin prácticamente tiempo para reaparecer esta campaña. Acortó dos semanas al plazo más favorable para su reaparición, fijado en seis, y se erigió como uno de los protagonistas del triunfo ante el Rayo.

«Sabíamos que no podíamos fallar. Nos costó llevarnos la victoria, pero conseguimos nuestro objetivo», explica Gregory. El defensa parisino reconoce que el triunfo ante el Rayo se resolvió con más apuros de los previstos y no esconde que la tónica será similar hasta que se cierre la temporada. «El final de Liga no es apto para cardiacos. Para jugar en el Sporting hay que comprarse un corazón que evite los infartos», afirma con humor el galo. Su buena actuación en El Molinón avala la meteórica recuperación que ha protagonizado para ayudar al equipo. Un proceso en el que el futbolista ha perdido cuatro kilos de peso y lo que le llevó a acabar el partido con molestias. «Terminé con los gemelos en la cabeza. En estos momentos no queda otra y seguiremos dándolo todo para seguir en Primera», concluye.