Dolor y lágrimas en la retirada de Jon Izagirre

Oviedo, J. E. C.

El Euskaltel no tuvo suerte otra vez en Asturias, porque hay que recordar aquella grave caída que tuvo Igor Antón en las carreteras asturianas en la Vuelta España de 2008 cuando iba sexto en la general y se cayó bajando el Cordal hacia Riosa en la etapa que finalizaba en el Angliru. Igor Antón se fracturó la clavícula y el trocánter, lo que lo obligó a retirarse.

Ayer Jon Izagirre, que era segundo de la general, a sólo 17 segundos del líder, Marque, al que esperaba destronar en el Naranco, se cayó bajando el Cordal. El vasco, que había ganado la crono de Piedras Blancas, pinchó subiendo El Cordal cuando se iba a tope y su compañero Suárez de Arregui «le dio rueda». Izagirre bajaba a tumba abierta para coger al grupo delantero cuando en la curva en la que está ubicada la mina Soterraña patinó y se pegó un trompazo enorme rodando por el suelo más de diez metros. El ciclista se retorcía de dolor en la cuneta cuando llegó el doctor Zubizarreta a atenderle. Parecía que sufría alguna rotura en la pierna o cadera, y se llamó a la ambulancia para llevarle al hospital. Finalmente, se le pasó el susto y solamente tenía fuertes golpes y quemaduras por el cuerpo. Izagirre lloraba también porque veía que se le escapaba una gran oportunidad de ganar su primera vuelta.

A su lado el fotógrafo Rafa Gómez, de «Ciclismo a Fondo», lo consolaba y animaba. Luego este fotoperiodista, que estuvo en el Tour, el Giro y la Vuelta, acabó en el Hospital Central, al caerse de la moto en Serín, con fractura de tibia, peroné y ligamentos, y también una conmoción cerebral.