Por más tiempo que pase, Javier Clemente se siente un extraño en el banquillo visitante de San Mamés. El Athletic es el equipo de su vida, al que defendió como futbolista, al engrandeció como entrenador conquistando las dos últimas Ligas ganadas por los leones y al que animó como aficionado desde su butaca en San Mamés. Mañana regresará a la Catedral como entrenador del Sporting, para buscar una sorpresa que dé vida al conjunto asturiano tras las dos últimas decepciones. No lo tiene fácil, menos aún con las bajas por sanción de Canella y Nacho Cases y la ausencia por lesión de Gregory.

La de mañana será la séptima ocasión en la que Javier Clemente intente acomodarse en el banquillo vestuario de la Catedral para enfrentarse al Athletic de Bilbao. El balance de las seis anteriores no invita al optimismo. Tres derrotas en sus tres primeras visitas, todas ellas con el Espanyol, y tres empates en las tres últimas, con el Atlético de Madrid (1-1), con el Betis (0-0) y con la Real Sociedad (1-1). Ninguna victoria que llevarse a la boca para alimentar la ilusión del sportinguismo.

Los números mejoran notablemente cuando el de Baracaldo ha sido quien actuó como local y recibió la visita del Athletic. Lejos de San Mamés, los leones bajan su rendimiento y el saldo es favorable a Clemente: 4 victorias, 2 empates y 3 derrotas, en los nueve partidos disputados. La suma de lo sucedido en San Mamés y lejos de él arroja un balance de quince enfrentamientos en Liga entre Javier Clemente y el Athletic de Bilbao, con cuatro victorias para el técnico, cinco empates y seis derrotas. Los equipos de Clemente marcaron 21 goles y el Athletic les hizo 22.

La última vez que un equipo dirigido por Clemente derrotó al Athletic fue la Real Sociedad en Anoeta, el 16 de abril de 2000, cuando le infligió una severa goleada (4-1), que quizá le dolió tanto al técnico como a su rival. La profesionalidad está fuera de toda duda, pero no siempre es agradable cumplir con la obligación.

Para el sportinguismo, el gran referente es el partido de hace dos temporadas en el que un doblete de Miguel de las Cuevas dio una victoria decisiva a los rojiblancos en San Mamés (1-2).