La iniciativa surgió como algo casual. Tras la celebración de la junta de accionistas, la era de Control Sport en el club daba a su fin. Con él, se acababa el principal foco de batalla de la aplastante mayoría del oviedismo: Alberto González y Control Sport no podían seguir dirigiendo el club. A las pocas horas de celebrarse la junta, algunos aficionados decidieron que era el momento de sumar fuerzas en tareas constructivas.

El pasado viernes se vio el primer ejemplo. Integrantes de Symmachiarii y otras peñas azules se desplazaron a El Requexón para comenzar las labores de restauración en los campos de entrenamiento. Las labores de limpieza comenzaron con el alcantarillado, las paredes, los asientos o la carretera de acceso. Además, se ha adecentado el aparcamiento de los campos de entrenamiento. La acumulación de arena hacía que pareciera una playa antes que un aparcamiento. Los bordillos también fueron pintados de color azul y blanco.

Pero el elemento más destacado en la nueva decoración de El Requexón son los murales que decoran las paredes. Imágenes de futbolistas de la cantera como Tensi, Michu, Cervero, Luis Manuel, Viti o César están impresos en las paredes. Junto a ellos, frases a modo de consigna. «El Oviedo fue, es y será lo más grande del fútbol», de Cervero, o «El sueño de los niños de El Requexón debe ser debutar en el Tartiere», del consejero Pedro Zuazua, ocupan ahora un lugar de privilegio en los campos de entrenamiento.