¿Hay o no hay malestar interno en el Real Madrid hasta el punto de que la plantilla va camino de la autogestión? Mourinho y de las Alas Pumariño niega a su colega metido a informador radiofónico Luis Fernández cualquier tipo de polémica en el vestuario merengue. ¿Hay o no hay lío en el Barcelona por la negativa de Víctor Valdés a renovar contrato? Dicen que se va por un pasado enfrentamiento con Zubizarreta a cuenta de los deseos del portero de que el club fichara a Ochotorena como preparador de porteros, a lo que se negó el director deportivo por el pasado madridista del técnico. Lío tiene que haber en ambos casos, aunque en el primero cuentan que Casillas y Ramos han prometido al presidente Florentino Pérez mantener unida a la plantilla en busca de la dichosa décima. En el caso azulgrana, la reacción de la prensa más cercana demuestra el enfado que el portero ha provocado. Ha pasado, como las obras de teatro de Lope de Vega, en veinticuatro horas de ser un héroe a un apestado. Y lo que le va a quedar por aguantar.

En lo que se refiere a la situación general que está más abajo de los dos portaaviones del fútbol español, queda una semana para buscar soluciones a los desaguisados veraniegos. Hay clubes que tienen más problemas en liquidar, en el sentido económico y federativo, a los que sobran que en incorporar al futbolista soñado. Es muy fácil que el entrenador o el director deportivo o los dos a la vez anuncien a un futbolista que el club no cuenta con él y que se tiene que ir, pero el jugador siempre tiene el contrato en la mano para sentarse a la puerta de su casa y esperar que los meses vayan pasando con el consabido cobro de la parte proporcional de la nómina. Por historias así y por otras más serias, por ejemplo, el Deportivo de La Coruña debe noventa y tres millones de euros, según los datos conocidos vía concursal. Y se teme que falte deuda por aflorar. Y eso, con Lendoiro al frente de la nave hundida, presentado en su día por tantos y tantos como un gestor modelo. Lendoiro cobra su porcentaje anual, que en estos tiempos supera los cuatrocientos mil euros cada ejercicio, y no ha dejado de percibir más que cien mil euros, lo que prueba que la deuda no iba con él, que siempre había dinero para que él cobrase. A ver cómo se arregla el Deportivo para pagar lo que debe, aunque el concurso de acreedores se lo rebaje a la mitad. Los aires de grandeza dan estos frutos.

En Mareo, mientras, alto secreto. Sandoval prepara a puerta cerrada más cambios para Murcia. Los dos empates caseros han provocado, por los detalles que se van conociendo, más inquietud de la que podría esperarse. Se ve que el entrenador busca la solución a los problemas que se van viendo, búsqueda que es de agradecer porque indica que no se conforma y quiere que llegue la mejoría que lleve al equipo a las primeras plazas de la clasificación. Es una búsqueda que merece ser respetada, aunque en el camino se den tropezones y hasta caídas. A ver si las piezas van encajando y los resultados que se esperaban comienzan a aparecer cada fin de semana.