Muy cansado tras casi un mes de competición y con pocas horas de sueño después de terminar el domingo por la noche el Tour de Francia, el gijonés Dani Navarro volvió ayer a Asturias. Eso sí, muy satisfecho por haber conseguido uno de sus objetivos en la ronda gala, el de entrar entre los diez primeros en la general, concretamente noveno. «Parecía impensable conseguirlo después de los primeros doce días. Estaba a casi 25 minutos en la general, con la espalda entera morada y con heridas por todo el cuerpo. Al final estoy muy contento», afirmaba el ciclista nada más llegar al aeropuerto, rodeado de amigos y aficionados.

El noveno puesto es una recompensa a un trabajo muy duro, aunque a Dani Navarro le queda la espina de no haberse llevado una etapa: «El día que hice quinto me equivoqué arrancando de lejos y al final Rui Costa, que era el más fuerte, fue también el más listo para llevarse la etapa. Entre yo y Mikel Nieve nos equivocamos, él fue a por mí, yo no lo pensé y fue Costa el que se aprovechó. Fue una oportunidad perdida, pero estoy feliz con el resultado final», explico el ciclista de Cofidis.

No fue un Tour fácil, ninguno lo es, pero esos inicios convulsos, con caídas incluidas, fueron especialmente duros: «El primer día de los Pirineos me planteé abandonar. El nivel que tenía en el Dauphiné -la antesala del Tour, donde terminó quinto- no era el que tenía esos días. No podía con el alma», comentó. Sin embargo, fue encontrándose cada vez mejor y subiendo puestos en la clasificación. «El primer día que me encontré más o menos bien fue el día de los abanicos -la 13.ª etapa-. Estuve solo durante casi toda la carrera, con los últimos 65 kilómetros muy rápidos, y llegar delante me hizo ver que podíamos hacer algo mejor de lo que estábamos haciendo», explicó el corredor de Cofidis.

Participó en una escapada en la etapa que finalizó en Gap, pero su puesto final se gestó el viernes, en la etapa reina de los Alpes, en la que entró el quinto. «El día que hice el quinto en la etapa era el que tenía marcado, era una etapa que me venía muy bien. No pudimos ganarla, que era lo que queríamos, pero nos metimos en la escapada», recuerda.

«Yo creo que sí habría tenido un puesto mejor en la general si no hubiese sido por las caídas. Excepto tres o cuatro etapas, no he podido demostrar lo que creo que podía hacer. Podía haber hecho un sexto, séptimo puesto», añade Dani Navarro. Ahora quiere descansar antes de pensar en el siguiente objetivo. «Estoy muy fatigado, ha sido un Tour muy duro, sobre todo de cabeza, y no sé si iré a la Vuelta. No lo descarto, pero tengo que pensarlo», sostiene el corredor que llevó el peso de su equipo.

Para Navarro, Froome ha demostrado que es el campeón merecido del Tour: «Yo ahora veo muchísima diferencia entre Froome y Contador, tienen que cambiar mucho las cosas para poder luchar contra él. Ni Contador, ni casi nadie. Creo que, como mucho, el año que viene, Nibali o Quintana pueden hacerle sombra» comenta el gijonés. Con todo, para él, el papel español del Tour ha sido «bastante» bueno: «No hemos ganado ninguna etapa, no pasaba desde 1998, pero, al final, entre los diez primeros había cuatro españoles, casi la mitad».

No ha dormido mucho. La etapa de los Campos Elíseos terminó por la noche y entre entrega de premios y despedidas, no pudo cenar hasta más allá de la una de la madrugada y a las seis ya estaba en pie para volar a Madrid: «Espero que esto de terminar de noche sea una cosa especial por el centenario y que no se repita. Disfrutamos mucho más terminando por la tarde», comenta.

En el aeropuerto, lo esperaban amigos y aficionados para darle la bienvenida y felicitarlo por su éxito. «Uno de sus objetivos era meterse entre los diez primeros, así que estamos muy contentos por él. Tiene que estar muy contento», comentó Chuso Fernández, vicepresidente de la peña «Dani Navarro, la maquinina» de Mieres, que cuenta con un año de vida.

El futuro del ciclismo asturiano también estuvo representado en el comité de bienvenida, de la mano de dos jóvenes corredores de Las Mestas de Gijón: Iván Cortina, campeón de España junior el año pasado, y su compañero Miguel Miranda. «Es complicado conseguir llegar a donde está Dani Navarro y es todo un orgullo para el ciclismo asturiano. Ahora no hay mucho apoyo para el ciclismo amateur español, pero todos trabajamos para poder hacer algún día algo como lo que ha conseguido Dani», explica Cortina.

El ex ciclista Chechu Rubiera fue en esta ocasión el chófer de Navarro, su amigo. Nada más aparcar, Rubiera se acercó al top 10 del Tour para darle un sentido abrazo y felicitarlo por su proeza.