En realidad, si se atiende a las decisiones de Del Bosque, el debate nunca ha existido. Siempre que se ha encontrado en condiciones de jugar, Casillas ha sido el portero titular de la selección. Amistosos y pachangas internacionales al margen, la elección de Del Bosque siempre ha sido la del capitán como defensor de la meta. La gran oportunidad de Víctor Valdés, aprovechada al máximo, en París llegó por una fractura en la mano.

Las horas previas a la disputa de la Copa de las Confederaciones se presentó como un concurso por la meta entre los dos porteros más en forma del panorama nacional. La apuesta de Del Bosque fue inequívoca: Casillas, sin ritmo pero con la salud recuperada, tenía la vitola de titular. Por eso, atendiendo a los precedentes, la decisión del técnico no pude considerarse incoherente.

Del Bosque siempre ha tenido una relación especial con Casillas, al que le valora el rendimiento en el terreno de juego y lo que aporta fuera de él. El primer paso del portero por los banquillos llegó bajo el mando de Del Bosque en el Madrid, a finales de la temporada 2001/2002.

En aquella ocasión se habló de algo más de razones meramente futbolísticas para el cambio. «Nunca olvidaré, y se lo recuerdo constantemente para que no se le olvide ni a él ni a Hierro, que entre los dos me limpiaron del equipo y me mandaron al banquillo. No voy a parar de repetírselo hasta que no me lo reconozcan. Los dos. No voy a parar. Ninguno me lo reconoce, entre ellos dos se tapan. 'El marqués' me dice que no estaba bien. Mentira. Me limpiaron». La explicación a lo acontecido entonces surge del libro «Iker Casillas: la humildad del campeón», la biografía autorizada por el portero que sirve para alimentar las sospechas de que no solo el rendimiento deportivo influyó en aquella decisión.

La historia siguió un guión emocionante, de sobra conocido; con Casillas regresando al equipo en plena final de la Liga de Campeones y salvando a su equipo con intervenciones decisivas. Aquel suceso, así lo reconoce el de Móstoles, fue un punto de inflexión en su carrera deportiva.

Al igual que ocurrió entonces, Del Bosque parece encontrar ahora razones más allá del terreno de juego para defender la titularidad del capitán. «A Iker le perjudicó pacificar la relación entre Barça y Madrid», explicó el seleccionador horas antes del partido en Helsinki; «En los momentos difíciles de la selección, Casillas ayudó en la convivencia, a que la selección siguiera adelante y conquistara la Eurocopa. Eso no fue bien visto y Casillas salió perjudicado».

Solo un día después de la enésima defensa del seleccionador, Casillas ocupó la meta ante Finlandia, confirmando cuáles son las intenciones de Del Bosque de cara al Mundial de Brasil.

Casillas, suplente en Liga hasta la fecha con el Madrid, recibió en Helsinki un impulso anímico que aayer se encargaron de celebrar desde el propio club merengue. «Me parece muy bien que Íker sea el titular con España, me alegro de que jugase», señaló Zidane, segundo entrenador del Madrid. «Sabemos que es un gran portero. Veremos lo que pasa en el Madrid», añadió el francés.