Suárez tira del Mosconia

Roberto Suárez tenía una cuenta pendiente con Grado. Su localidad natal, en la que dio sus primeras patadas al balón. Gracias a esa formación acabó triunfando como jugador en el fútbol militando en el Oviedo, Levante, Toledo, Lleida o Cádiz, y participando seis temporadas en Primera y otras tantas en Segunda. Por eso, cuando colgó las botas, realizó sus pinitos como entrenador y ojeador por el sur, antes de llegar el pasado año a Grado.

Su inmersión en el Mosconia, club en el que ahora desempeña las funciones de coordinador deportivo y entrenador del alevín B, se produjo a mitad de la pasada temporada. "Llevo desde este año de forma oficial. El pasado, por la amistad con el presidente, entré en plan informal al llegar desde Cádiz para echar una mano", explica Suárez.

Al acabar su etapa de futbolista sacó la titulación de director deportivo en la Federación y en la 2010-2011 fue director deportivo del Cádiz y trabajó en el seguimiento de chavales para el Betis en la zona norte de España. "Me gusta más trabajar con chicos que ser entrenador a nivel profesional. Con la gente joven es más bonito trabajar. Se les puede pulir conceptos y que adquieran mucha más información de movimientos o funcionamiento del equipo", reconoce.

Su actuación ahora en Grado sirve para devolver toda la ayuda que recibió. "Es mi mayor agradecimiento, poder aportar mi experiencia, He tenido la suerte de tener muy buenos entrenadores como Rafa Benítez, Gregorio Manzano, Radomir Antic, Juanma Lillo, Camacho o Valdano", argumenta un Suárez que se muestra muy ilusionado con esta etapa en el Mosconia: "Me enseñaron mucho a nivel táctico y de funcionamiento por medio de métodos de trabajo. Me encanta poder transmitirlo a la gente joven".

En esta etapa de trabajo con la cantera tiene las ideas claras: "Buscamos crear una metodología de trabajo y una estructura a nivel de club y saber que conceptos hay que tratar de enseñar en cada etapa".

Y es que Roberto Suárez tiene claro cómo se debe trabajar con la gente joven: "Siempre les pongo a los padres el ejemplo de que si queremos enseñarles a sumar en alevines, antes en benjamines habrá que enseñarles los números. Si se sigue esta línea, creando conceptos como hábito, al jugador le saldrá todo innato".

En el Marqués de la Vega de Anzo se muestra muy cómodo. Un trabajo que le encanta y que le permite ilusionarse con los más jóvenes, y su trayectoria en el fútbol. De momento está contento, pero no descarta otro tipo de proyectos, cómo entrenar a equipos de categoría regional o a nivel profesional: "En un futuro no lo descarto. Pero ahora mismo estoy muy centrado en el trabajo con la gente joven y el seguimiento de equipos, jugadores y entrenadores".

Otra de las facetas por las que destaca es la de ojeador. Conoce muchos equipos y rincones, y el norte del país lo ha rastreado en su etapa del Betis. De ahí que Suárez pueda analizar la cantera asturiana: "Hay tantos equipos y tantos ojeadores, que está todo muy rastreado y visto. Hay jugadores con condiciones, pero detecto que no llegan a esas etapas tan formados como pensábamos. Luego dan el salto y las carencias empiezan a sobresalir. Hay que invertir mucho más en esos formadores, que estén bien preparados".

Y pone, en último lugar, alguna de las claves para que el jugador cumpla su crecimiento: "Los jugadores deben de llegar a lo más alto, además de por sus condiciones, por su grado de preparación. Tienen que ir superando etapa tras etapa y trabajando las carencias tácticas, psicológicas o de interpretación de partidos".

Roberto Suárez

Tras haber jugado seis temporadas en Primera, entre el Oviedo y el Cádiz, y militado en otros equipos como el Toledo, Levante o Lleida, Roberto Suárez lleva un año de coordinador de la cantera, desde el pasado mes de septiembre de forma oficial del Mosconia y entrenando a la vez al alevín B. Su intención es transmitir su experiencia y agradecer con su trabajo y dedicación a un club que le abrió las puertas del fútbol profesional para poder competir junto a entrenadores de la talla de Rafa Benítez, Gregorio Manzano, Radomir Antic, Lillo, Camacho y Valdano.