El Langreo se ha impuesto al Monzón en casa tras vencer en casa por 2-0 con goles de Chus en el minuto 8 y de Manu Blanco, que metió un tanto en propia meta que aseguró la victoria de los azulgranas.

La situación es atípica. Por primera vez en la última década el Langreo afrontaba un partido de vuelta del play-off con un resultado bastante favorable. En los siete intentos anteriores por subir nunca consiguieron ganar la ida fuera. La única vez que ganaron en la ida, fue en casa, y ante el Barbastro por 2-1, pero perdieron en la vuelta 3-0.

El optimismo estaba presente, pero las confianzas no. La plantilla sabe que el 0-1 es favorable, pero tampoco se fía. Una situación idéntica a la de un Monzón que sueña con lograr la machada y revertir la situación. "Si tenemos el partido abierto y competimos bien lo que sucedió el pasado domingo puede pasar a la inversa", señala Mario Vicién, técnico del conjunto oscense.

El conjunto azulgrana se encuentra en un momento dulce. Lleva seis triunfos consecutivos, si contamos los de las últimas cinc jornadas. Pablo Lago ha dado con la tecla. Un equipo mucho más solidario y trabajador en el aspecto defensivo. Y un ataque más que temible que si está enchufado sabe aprovechar sus ocasiones. Además tienen a su favor el fortín de Ganzábal. Esta temporada solo el Tuilla y el Ceares se llevaron los tres puntos y solo han encajado once goles, cinco de ellos obra de los arlequinados. Por eso el Monzón tendrá la difícil barrera de marcar al menos dos goles para pasar en un campo en el que hasta trece equipos no fueron capaces de batir la meta local.