Un trotamundos del fútbol nacido en julio de 1986 en Totoras, Santa Fe, Argentina, llamado Pablo Caballero ha entrado de golpe en la mejor historia del Sporting. Ha entrado por un cabezazo que ha valido un ascenso a Primera. Cuando el partido de Girona agonizaba y el uno a cero a favor de los locales parecía condenar al Sporting a jugar el play-off, a partir del jueves y contra el Zaragoza en la primera eliminatoria, Caballero batía al gran portero Becerra. El empate llevaba al Sporting al ascenso, aunque con freno, aunque sin marcha atrás.

En la jugada siguiente el Girona lograba marcar, pero en fuera de juego señalado por el asistente. El lío fue morrocotudo, aunque las imágenes de televisión desvelaron que el gol estaba bien anulado, y un objeto impactó en la cabeza del asistente. El árbitro detuvo el juego y pareció que el partido había terminado, aunque quedaban pendientes cuarenta segundos que Girona y Lugo tuvieron que jugar con la consiguiente incertidumbre. No hubo más en Montilivi, que vive el gran decepción de su vida. Recibirá al Zaragoza, que termina a 21 puntos del Girona, en la fase de ascenso.

En otros campos también se vivieron grandes emociones. En Albacete, por ejemplo, ganaba el Racing de Santander. victoria que no sirvió de nada por el empate de Osasuna, cuyo empate en Sabadell, donde llegó a ir perdiendo por dos a cero, le ha salvado de la tragedia de irse a Segunda B.

El Alcorcón, que empató a uno en El Toralín, deja sin fase de ascenso a la Ponferradina que con la victoria mandaba al limbo al Zaragoza. Para un club modesto como el de El Bierzo hubiera sido un logro enorme meterse en la lucha por el ascenso, pero el tropiezo final lo deja sin más en la categoría.

La decepción del Girona es tan enorme que han comenzado los palos de ciego: el presidente pidió investigar el Betis-Sporting; poco después, al Lugo. Y los jugadores, poco después, arremetían contra sus colegas gallego. El derecho al pataleo.