Fin de fiesta en el Tartiere donde, ante 12.578 espectadores, el Real Oviedo le dio la vuelta a la eliminatoria y se proclamó campeón de la Segunda B y mejor equipo de los ochenta que iniciaron la competición con una goleada incontestable.

Gran colofón a una temporada histórica en la que los azules dejan atrás doce años de penurias para volver, por fin, al fútbol profesional.

Hoy se jugaba un partido intranscendente con un título honorífico en disputa y parecía claro que el equipo que saliera más concentrado sería el que se llevase la eliminatoria.

Ese equipo fue el Real Oviedo. Durante los primeros diez minutos de partido acaparó el balón y las llegadas al área hasta que en el minuto 9 un gran centro raso de Dioni permitió a Linares rematar a placer y poner en franquía la eliminatoria.

Con el marcador en contra pretendieron reaccionar los catalanes, pero los locales se defendían con oficio y Esteban no tuvo que intervenir apenas para evitar las llegadas visitantes.

El guión se repitió de nuevo en la segunda mitad y otra vez los asturianos tuvieron el premio de gol. Pase en profundidad de Dioni sobre Linares que entra en el área. Con un gran recorte se libra de su par y pone el balón lejos de los dominios del portero rival.

Al Nástic le tocaba apretar pero fue el recién ingresado Cervero el que, con una gran maniobra, conseguía el tercer y definitivo tanto en el tramo final del encuentro.

Un partido, fiel resumen de la temporada. Seguridad en defensa y contundencia en ataque.

El tramo final fue una fiesta. Culminación de una larga travesía en el desierto del Real Oviedo y que hoy tocó a su fin en una temporada inmaculada en la que, uno tras otro, se fueron consiguiendo todos los objetivos planteados por Carso y Sergio Egea. Playoff, liderato, ascenso y un campeonato final que aunque no estaba incluido en el planteamiento inicial siempre será bienvenido.

Comienza ahora el tiempo de despedidas, rumores y nuevas llegadas pero esa es una historia que será contada en otra ocasión. Solo queda ahora, en estos tiempos de alegría, recordar esta fenomenal temporada pero también las más tristes de años anteriores y así evitar cometer los mismos errores del pasado y que, de esta forma, el Real Oviedo pueda salir reforzado de esta oscura etapa, por fin, ya superada por los azules.