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Fútbol Primera División

Final de traca en Mestalla

El Madrid roza la victoria pese a jugar con diez los últimos veinte minutos por expulsión de Kovacic, en un partido abierto y con acciones polémicas

Cristiano, entre Abdennour y Doménech, en una de las jugadas polémicas del partido. HEINO KALIS / REUTERS

El último minuto en Mestalla valió por todo el partido. El Madrid, con uno menos por una imprudencia de Kovacic, se volcó en busca de la victoria con tres córners consecutivos. El último superó a toda la muralla local y el balón quedó en el área pequeña para que lo empujasen Bale o Cristiano. No lo hicieron y en el contragolpe Alcácer dejó a Negredo mano a mano con Keylor Navas. Ganó el portero y André Castro, con el costarricense lejos del marco, remató fuera. A falta de diez segundos para los tres minutos de descuento, Bale ganó la espalda de los centrales valencianistas y se dispuso a culminar su mejor partido en mucho tiempo. Pero el balón se le fue arriba, al fondo donde se había desplegado una pancarta de reconocimiento a Benítez. Lo agradeció el entrenador, pero lo que realmente necesitaba de Mestalla eran puntos.

Apenas cuatro días después de su controvertido triunfo frente a la Real Sociedad, el péndulo arbitral penalizó al Madrid. Se le empezó a complicar el partido, que parecía tener más o menos complicado, en las dos últimas jugadas del primer tiempo. El árbitro no vio derribo de Orban a Bale y en la jugada siguiente no tuvo dudas tras el atropello de Pepe a André Gomes. En el minuto 67 fue Cristiano Ronaldo el que se lamentó de la inhibición de Sánchez Martínez en su choque con Abdennour y Doménech, que originó un ataque del Valencia que Kovacic cortó con una entrada violenta sobre Cancelo. El Valencia también se apuntó al capítulo de agravios, al reclamar fuera de juego en el gol de Bale.

Parece que Mestalla inspira al galés desde que se convirtiera en la imagen de la final de Copa de 2014 con su pasada por la izquierda a Bartra. Ayer volvió a mostrar su dotes de velocista y también otras virtudes más sutiles, como el espectacular taconazo que Cristiano mejoró con un pase que permitió a Benzema marcar el 0-1. La BBC en perfecta sintonía para reflejar la superioridad madridista durante la primera media hora. Pero como ha ocurrido otras veces, de repente el Madrid levantó el pie del acelerador. Gracias a eso, el limitado Valencia actual empezó a merodear el área de Keylor Navas, que vio a Cancelo cabecear junto al poste totalmente solo y como Sergio Ramos se cruzaba para evitar el remate a bocajarro de André Gomes.

El empate de Parejo in-extremis cambió el panorama a la vuelta del vestuario. El Valencia se convenció de que podía ir a por el partido, mientras que el Madrid empezó a echar de menos la clarividencia futbolística del Benzema del primer tiempo. Justo después de la marcha del francés se desencadenaron los acontecimientos. Con uno más, Gary Neville fue claramente a por la victoria. No contaba con la inocencia de jugadores como Cancelo, que cometió una falta sobre Lucas Vázquez ideal para el toque de seda de Kroos y el giro de cuello de Bale.

El valencianismo creyó asistir a una historia tantas veces repetidas con el Madrid como anfitrión. Pero tras hacer lo más difícil, la defensa blanco sufrió uno de esos lapsus que traen a mal traer a Benítez. De Paul tuvo todas las facilidades para meter un centro al área, donde Rodrigo cabeceó sin demasiada oposición hacia el primer palo, donde Alcácer tenía todas las de ganar ante un vendido Keylor Navas. Con la entrada de Negredo por el faro valencianista, Parejo, el partido enloqueció por completo y se abrió a cualquier final. Cristiano, Negredo y Bale tuvieron el triunfo en sus botas, pero ninguno acertó. Un final de traca en la tierra de la pólvora.

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