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La peor derrota

El Lealtad sucumbe con un penalti en el descuento ante un Coruxo que refuerza sus aspiraciones de mantener la categoría

La peor derrotaFARO DE VIGO

El Coruxo, impulsado por la necesidad y con un notable grado de fortuna, logró ayer una victoria en el descuento y de penalti ante el Lealtad con la que apuntala sus opciones de mantener la categoría.

La presión de la clasificación se dejó notar en el inicio del encuentro, con el cuadro local acelerado en sus acciones mientras el cuadro malayo manejaba los tiempos con la tranquilidad que otorga tener la permanencia en la mano. Esa situación provocó que no hubiera precisión en los pases perdiéndose por la banda o recuperándolo el cuadro de Rozada, muy cómodo sobre el terreno de juego. Los problemas le crecieron al Coruxo cuando a los once minutos de juego tuvo que cambiar al portero, ya que Fernando sufrió un fuerte golpe al tratar de rechazar el balón, entrando Brais en su lugar.

Sin un juego notable, el Coruxo se hizo con el peso del encuentro aunque sin crear un gran peligro. La mejor ocasión fue para Rafa Mella a la media hora de juego, que recibe un gran pase de Pedro Vázquez y se planta solo ante José Luis, pero el portero del Lealtad despeja el balón con la pierna.

A seis minutos para el descanso llegó el tanto del Coruxo, con un balón que la defensa del Lealtad no fue capaz de sacar y Rafa Mella, con un potente disparo, envió al fondo de las mallas.

La segunda parte comenzó con un Coruxo que volvió a presionar al Lealtad en ataque, pero una pérdida en la frontal del área viguesa permitió un centro al segundo palo, apareciendo Álex para marcar el tanto de la igualada. El tanto no descompuso a los locales, que dieron un paso al frente adelantando líneas para tratar que el Lealtad no tuviera fácil sacar el balón desde su área.

El Lealtad se encontraba cómodo sobre el terreno de juego. Los asturianos no tenían muchos problemas para sacarse de encima la presión del Coruxo. En el minuto 81 se lesionaba el portero José Luis, tras una mala caída sobre el codo, entrando Javi Porrón en su lugar.

El partido se rompió en una jugada extraña, con un balón alto que al caer golpea en el brazo de Mendi, señalando el colegiado el punto de penalti. Alberto García materializa la pena máxima logrando una victoria para los vigueses que puede valer la permanencia.

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