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El liderato hay que sufrirlo

El Covadonga, que tuvo opciones hasta el final, aprieta al Sporting B en el mejor partido de la temporada en Mareo

El partido entre el Sporting B y el Colunga, en imágenes

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Un buen Covadonga comprometió el liderato del Sporting B. Los ovetenses fueron de largo el mejor visitante de Mareo en lo que va de curso. Tanto es así que, aunque el filial controló el balón y el espacio y Aitor fue el mejor de los visitantes, el partido estuvo en el alero hasta el final. Pablo Fernández marcó un gol y mandó un balón al palo previo desvío de Aitor, pero Dani Martín acreditó su prestigio con una estirada sobre la línea, que recordó a la parada de Oblak a Ronaldo en el derbi capitalino.

El Sporting B defendió su liderato en un partido serio, marcado por las bajas rojiblancas y la pertinaz lluvia que regó el impecable césped de Mareo y dio al balón una velocidad endiablada. El Covadonga fue un rival de altura, seguramente el que más complicaciones le ha creado este curso al filial rojiblanco en Mareo. El Cova quiso jugar y no se escondió en la cueva, aunque fueron los guajes quieres tuvieron el control del balón y del partido y dispusieron de las mejores ocasiones. Aitor, el portero del conjunto ovietense, fue sacando manos a destajo, hasta que una se le quedó blanda y dejó la pelota viva en su área. Pablo Fernández leyó el movimiento, ganó el rechace y tuvo todo el tiempo del mundo para colocarse y embocar un remate franco.

El gol no cambió la esencia de escenario. El filial no se vio saciado y siguió buscando la tranquilidad en el fondo de la portería visitante. El Cova no alteró su plan, aunque sí sus argumentos por la pronta lesión del excanterano rojiblanco David González. Pero hubo una jugada que sí pudo alterar el orden de fuerzas. Ramón, que ya había visto una clara amonestación, agarró a Font para detener una contra del Cova. Pareció evidente que el lateral, uno de los destacados del bando local, sería expulsado, pero el árbitro prefirió contemporizar, ante la indignación visitante, que se tradujo en una tarjeta al banquillo.

El Covadonga mejoró tras el descanso, pero el filial rojiblanco sobrevivió al intercambio de ocasiones y logró una victoria de madurez que multiplica sus opciones al título.

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