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Al Palo

Felices a medias

Se sabe de teorías avanzadas por pensadores de los siglos IV y V que en el fútbol español hay afición para dos equipos: los madridistas y los antimadridistas. Estos últimos no son de un equipo exactamente, son de una selección "resto" de España. Y no se vive mal en esta "afición", ya que con un leve error madridista son felices. Así pues, el Madrid, generoso donde los haya, ha regalado el partido de Sevilla y se dejó llevar contra el Celta. Todo por hacer sonreír a esa gente que lo ha pasado tan mal con tanta victoria seguida de los merengues, que, no lo olvide nadie, ya están en crisis para este sector "anti". Sector donde aumentan día a día los infieles exmadridistas, la mayoría reconvertidos en aburridísimos comentaristas.

Bien, por si esos regalos no fueran suficientes, el equipazo de Concha Espina aún les dio un pequeño postre con la emoción creada ante el Málaga. Es más, en su enorme generosidad también aporta creando suspense en estos partidos para generar audiencia con el fin de mantener el negocio de la Liga.

El otro chorro de felicidad les llegó con la supuesta sequía de juego de CR, al que esperaban con las armas cargadas y los sobacos bien sudados (la axila en ese estado da más vigor al ataque). Tanto premio al mejor había sentado como un tiro a la gran masa afiliada al jugador, que siempre va detrás de él. Fue un escozor, una úlcera que no cicatriza, como suele ocurrir con las úlceras.

Para rematar los regalos, el Madrid decidió entrar ahora en la fase de "lesión epidémica", con tres cuartos del cuartel general en cama, o así, que es otra manera de generar felicidad a la "contra". Así pues, a disfrutar mientras se pueda, que en un par de días o tres el equipo volverá a disparar, y a disparar bien, con toda la caballería de reserva.

Eso sí, ante tanta lesión viene que ni pintado Camilo Sesto con "Ya no puedo más" para el CD de "Al Palo".

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