El Llanes volvió a las andadas contra el Mosconia y perpetró un partido soporífero, sobre todo en la segunda parte, cuando, tras el empate visitante, se suponía que llegaría el arreón verdiblanco y lo único que se dio fue un juego ramplón, aburrido y falto de energía. El último tramo de temporada, con el equipo virtualmente salvado y sin objetivos superiores, se antoja difícil de digerir para el aficionado llanisco. Quizás sea el momento de dar a conocer la categoría a alguno de los componentes del estupendo juvenil que marcha en posiciones punteras en Liga Nacional.

A pesar del plomizo espectáculo que ofrecieron los locales, si no llega a ser por el portero Dani Rivas, el Mosconia hubiera salido goleado de Llanes. El guardameta, tras ver como Alonso clavaba en la escuadra una falta directa, se encargó de amargar la tarde a Cristian, al que le sacó un mano a mano y un tiro a la escuadra en la primera mitad, periodo en el que también evitó un gol seguro al rechazar un balón de Diego Arias solo en el área pequeña. Quede dicho que la segunda parte fue horrorosa, sobre todo tras empatar los de Grado al cabecear Camboya un rechace del larguero de la portería llanisca. Los 35 minutos restantes fueron un quiero y no puedo de los verdiblancos, destacando únicamente otro mano a mano de Cristian que volvió a salvar Dani Rivas. Mientras el Mosconia guardaba el valioso punto que tenía en el zurrón, el Llanes fue incapaz de organizarse y acechar con sentido el área blanquiazul dejando morir el partido sin dar prácticamente señales de vida.