El capitán del Villarreal, Bruno considera que la jugada del penalti fue clave para el partido y que Gil Manzano se equivocó: "Se verá claro en televisión que no puedo hacer nada y aunque rebotó en el brazo, no podía apartarme. Es clarísimo que no es penalti".

Lo mismo opinaba el entrenador del equipo castellonense, Fran Escribá, al que las protestas le costaron la expulsión: "Sinceramente nunca hablo de los árbitros y respeto mucho sus decisiones. Sí que es verdad que nos dan unas charlas todos los años y una de las normas es que después de un rebote, en la siguiente jugada, la mano, ya sea propia o no, no existe, que si viene de un rebote no es penalti".

"Por eso protestamos", añadió Escribá. "Una vez dicho esto yo no juzgo a los á rbitros, entiendo que pitan lo que ven, lo he dicho siempre y tanto cuando se supone que me benefician como perjudican mantengo el respeto".

Al margen de la polémica, el presidente del Villarreal, Fernando Roig, tenía claro que "el penalti nos ha matado". Roig también lamentaba la lesión de Sergio Asenjo en la rodilla izquierda: "Está con pruebas, pero tiene mala pinta".