El grupo italiano que había asumido la gestión del Eldense estuvo antes en el Jumilla, equipo en el que Perona, exfutbolista del Oviedo, era el capitán. El equipo en el que continúa jugando el exdelantero azul tuvo la temporada pasada que plantarse ante las exigencias de los que se habían hecho con los mandos del club y a los que acabaron por echar en marzo.

Los problemas económicos por los que atravesaba el club murciano llevaron a los anteriores propietarios, gente de la localidad, a vender a los italianos el club. Los italianos, cuando entraron, pagaron parte de lo que los anteriores propietarios debían a los futbolistas. El primer movimiento extraño tuvo lugar en Navidad cuando trajeron a sus propios futbolistas, unos 40 llegaron al Jumilla. Ahora se ha sabido que esos jugadores pagaban por jugar. Los que no jugaban con el primer equipo lo hacían con el segundo y colocaron al filial del Julmilla último de Primera Regional. Ese era el nivel.

La primera maniobra fue colocar a estos jugadores y así asegurarse de que perdían los partidos. Pero, a pesar de todo, el Jumilla seguía dando la cara y se veía con opciones de salvar la categoría. El siguiente paso fue, según fuentes cercanas al club, directamente comprar a los jugadores. La plantilla se plantó y ayudada por el abogado Francisco Serrano consiguió sacarles de Jumilla. Esas mismas fuentes aseguran que en Eldense etaban avisados.