Luis Morán vuelve a casa. El luanquín acaba de firmar por el Marino hasta final de temporada, 18 años después de hacer las maletas en busca de un sueño que cumplió con creces tras jugar cuatro temporadas en Primera con el Sporting, tres en Segunda con el conjunto gijonés y con el Mirandés, además de disputar la Primera División de Chipre con el AEK Larnaca y el Ermis Aradippou, y la Segunda griega con el Olympiakos Volou. El pasado año volvió a Chipre con el Othellos Athienou.
-¿Qué aliciente tiene para usted jugar en Tercera con este currículo a sus 30 años?
-Hay varios. El primero, que quiero estar cerca de la familia, y firmar es una forma de agradecer al Marino que siempre me deje hacer la pretemporada cuando estoy pendiente de salir, como sucedió ahora. También influye que es el equipo de mi pueblo, del que toda la familia somos socios y del que marché a los 12 años a Mareo para cumplir un sueño, sabiendo que tarde o temprano iba a volver. Y por la calidad del vestuario, con excelentes futbolistas y mejores personas que me contagiaron las ganas de subir. Es el sitio ideal para mí.
-Una plantilla que mete miedo...
-Han hecho un buen trabajo, pero quien piense que está todo hecho se equivoca. Las temporadas son largas y tendremos que trabajar mucho porque hay varios equipos muy fuertes que también aspiran a estar arriba.
-Pero el Marino es el enemigo a batir.
-Desde fuera la gente puede exigir y hablar lo que quiera, nosotros tenemos que estar a lo nuestro sabiendo que la meta está aún muy lejos.
-¿Es una decepción sumar sólo dos puntos en los dos primeros partidos?
-Bueno, por Tuilla tienen que pasar todos y es un campo difícil, donde se pudo ganar. Y L´Entregu sorprendió en el debut con el contraataque, pero estamos tranquilos. Son dos puntos importantes porque los rivales también hicieron su trabajo.
-¿Sería un fracaso no estar al final en la pelea por subir?
-Creo que ahora no hay que pensar más que en el partido del domingo contra el Lugones. Al final de temporada ya se valorará si fue un fracaso o no.
-¿Dónde puede aportar más, arriba o en el centro?
-La posición es cosa del míster, yo voy a aportar trabajo diario y muchas ganas de jugar en el equipo en el que empecé. Soy uno más a pelear por un puesto.
-¿Deja abierta la posibilidad de irse si llega una oferta?
-No, voy a intentar ayudar al Marino a cumplir los objetivos.
-Usted vive en Luanco. ¿Ve ilusionada a la afición?
-Sí. Espero que nos animen en el campo, pero somos nosotros los que tenemos que ganar y jugar bien para enganchar a la gente poco a poco. Cuando yo era pequeño había más ambiente, pero ojalá que volvamos a ver Miramar como antes.
