Tablas en el duelo entre el Covadonga y el Langreo en un partido entretenido en el que las defensas brillaron con luz propia y se impusieron a los ataques. El equipo visitante arrancó más entonado que su rival, pero el Covadonga poco a poco fue encontrando su sitio en el terreno de juego y terminó la primera parte dominando a la escuadra de Hernán Pérez. Si bien no hubo demasiadas ocasiones de gol, la lucha se libró en el centro del campo donde hacerse con la posesión era una batalla equilibrada entre los dos contrincantes.

La ocasión más clara fue para los locales. Al filo de la media hora, Font se internó por la izquierda en una peligrosa penetración y se las ingenió para armar su pierna y sacar un disparo desde de la izquierda que obligó a Adrián Torre a esforzarse al máximo. El cancerbero tuvo que rechazar el cuero con muchos problemas para mantener el empate inicial. Mientras tanto, ofensivamente, el combinado langreano a duras penas lograba pisar el área.

Tras el final de los primeros cuarenta y cinco minutos, el duelo siguió la misma tónica vista en la primera parte. Era el Covadonga el que se aproximaba con más peligro. Y de hecho, tuvo buenas ocasiones para hacer el primer gol. Fue en el minuto 64 cuando de nuevo se repitieron los protagonistas. Otra vez Font se enfrentó a Adrián Torre. El atacante no supo resolver en el mano a mano, gracias en parte también a la agilidad del portero que metió la pierna para despejar con el pie. El rechace fue a parar a Jaime, pero su disparo se marchó desviado.

Sin oportunidades claras, el duelo dejó actores secundarios. Como el debutante Aitor Ferrero, que regresó al Covadonga tras su cesión en el Madalena Morcín. El defensa, algo nervioso, ganó peso con el paso de los minutos y cuando recupere su físico puede ser un buen refuerzo. En el Langreo, Nacho Calvillo fue la pareja de baile de Nacho, del cuál no se separó en ningún momento, evitando su entrada en el juego.

La lucha se mantuvo hasta el final en el centro del campo. Los visitantes tuvieron su oportunidad en las postrimerías. Cris Montes estrelló el balón en el palo cuando ya todos contaban con el empate.

Al final, justo empate a pesar de que por ocasiones fue el Covadonga el que gozó de más oportunidades para haber sumado algo más. Pero las dos defensas rayaron a un buen nivel y consiguieron abortar el peligro, que llegaba sobre todo a balón parado.