La selección española jugará los octavos de final del Mundial de Rusia ante la anfitriona con su primera equipación, luciendo el rojo que coincide con Rusia (que cambiará) y esquiva su maldición del blanco en las grandes citas, con el que no vence en sus siete últimos partidos, seis derrotas consecutivas entre Mundiales y Eurocopas y el último contra Portugal, con empate (3-3).