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Repoblar, repoblar y repoblar

Hay que poner en valor la piscifactoría de Infiesto e incrementar la crianza de alevines de salmón en Parres

Repoblación en el río Sella. J. M. C.

Sólo restan tres jornadas para echar el telón a la campaña salmonera del presente ejercicio de 2018 en aguas continentales del Principado de Asturias, ya que la última quincena del actual mes de julio se podrá practicar únicamente la pesca sin muerte del salmón utilizando como cebo la mosca artificial sin arponcillo y con cola de rata. Además, desaparecen en esas dos últimas semanas los cotos parciales los martes y también los miércoles; mientras, los cotos salmoneros pasan a ser cotos de reo en los que también se podrá pescar salmón sin muerte.

El balance de la temporada de salmón en Asturias puede de calificarse de malo, pese al maquillaje de las estadísticas con los añales de las fechas veraniegas. Cierto es que se han mejorado las cifras de capturas con respecto al 2017 -en aquella ocasión con un estiaje acentuado en los coletazos de la campaña-. Pero, aun así, la cosa no está para tirar cohetes. Ni mucho menos. La realidad es la que es, guste o no. Aunque, lo más positivo es que quedarán buen número de ejemplares en el río, al menos en la cuenca del Sella.

¿Soluciones? Como vengo insistiendo desde hace un montón de tiempo -hay están las hemerotecas- hace falta repoblar mucho más las cuencas fluviales asturianas. Es una pena que no se apueste mucho más, desde la propia Consejería de Infraestructuras de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, por una piscifactoría como la de Avalle-L'Aspru, localizada en el concejo de Parres, donde podrían llegar a criarse entre 400.000 y 500.000 alevines de salmón a pleno rendimiento, como en tiempos no muy lejanos. Y eso son palabras mayores.

Otro tanto puede decirse de la piscifactoría de Infiesto (Espinaréu), igualmente de titularidad de la Administración regional, la cual debería ponerse en valor llenando sus balsas con alevines de salmón para, una vez cojan su idóneo tamaño, echarlos en diversos puntos de las cuencas del Oriente, es decir en la del Sella y, por supuesto, en el Cares-Deva. La Consejería de Medio Ambiente, con sus responsables técnicos a la cabeza, debe apostar de una vez por incrementar la repoblación de los ríos salmoneros del Oriente, en colaboración con las sociedades de pescadores. ¡Ah! Eviten asumirlo como si fuese una mera precampaña electoral pura. Hacen falta hechos cabales y no más promesas infundadas cara a la galería. Y ahí lo dejo.

Por otro lado, quedé atónito días atrás con la suspensión del Descenso del Alto Sella, histórica prueba de piragüismo. Resulta espeluznante que se vendan cotos de salmón -Consejería de Medio Ambiente- sin tener en cuenta las fechas en las que hay programadas competiciones deportivas. Esta vez fue el Alto Sella, pero, en mayo, ocurrió algo similar con el Descenso del Piloña-Sella: consiguiente cambio de jornada -al final resultó un fiasco- motivado por un Campeonato de Asturias de pesca de salmónidos a mosca. Y en ambas ocasiones pagó los platos rotos el Club Los Rápidos de Arriondas, en calidad de organizador de ambas carreras piragüísticas.

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