Su nombre está sonando con mucha fuerza tras firmar una gran temporada en la Liga EBA con el Gijón Basket, con el que firmó unos números que le han catapultado para ser un jugador codiciado. Álex Rubiera se despidió ayer del equipo que dirige Fran Sánchez y acerca su camino al del proyecto de "asturianización" que pretende conseguir el Círculo Gijón para su debut en la LEB Plata. No en vano, el gijonés ha desechado hasta el momento todas las opciones que tenía sobre su mesa.

Lo que está asegurado es que el escolta cierra una etapa deportiva -disponía de oferta de renovación- y lo hace con numerosos agradecimientos tras "vivir una de las mejores temporadas de mi vida, tanto dentro como fuera de la cancha". El escolta quiso resaltar la "unión" de la plantilla, una de las armas que hicieron a los gijoneses poderosos el pasado curso y que les llevó a finalizar la liga regular en segunda posición, y la "confianza" mostrada por el técnico Fran Sánchez, que apostó por Rubiera y fue uno de los artífices de la evolución favorable del gijonés.

Ahora, el jugador gijonés se encuentra en el momento decisivo para dar un salto de categoría en su carrera deportiva. A sus 20 años, cuenta encima de la mesa con la firme propuesta del Círculo Gijón Baloncesto, con el atractivo de jugar en casa y de probar sus cualidades en la tercera categoría del baloncesto nacional.

Su ambición y su talento no ha pasado desapercibido incluso para el Baskonia, el cual ha suscitado un interés por el jugador, a través de su director deportivo, con la idea de que participe en su filial (el Fundación 5+11) que jugará en el mismo grupo que el Círculo Gijón. El interés, hasta el momento, no cuenta con una oferta en firme.

Los próximos días resultarán claves para que una de las grandes promesas del baloncesto asturiano decida su nuevo destino para la próxima campaña.