El Marino de Luanco ya está en marcha. El equipo, que dirige Oli por segunda temporada consecutiva, celebró ayer su primera sesión de trabajo en Miramar con algunas caras nuevas y a la espera de que lleguen otros cuatro refuerzos para completar la plantilla. "Por fin empezamos a dar caña a las piernas, llevamos tiempo parados y había ganas", sentenció el capitán Guaya tras la primera sesión, que fue de contacto.

El equipo comenzó a entrenar con 19 jugadores, aunque cuatro de ellos son juveniles. A los renovados Guillermo (portero), Borja Álvarez, Trabanco, Pantiga y Guaya (defensas); David González y Jorge Cayarga (centrocampistas) y Luis Morán e Iván Fernández (delanteros), se unieron este verano el portero Rabanillo (procedente del Caudal), el lateral izquierdo Mikel Busto (Covadonga), los mediocentros Martín Pérez (L'Entregu) y César Suárez (Langreo), el mediapunta Juan López (Praviano) y el delantero Álvaro García (Langreo). Además, el delantero juvenil Miguel Cuesta entrenará habitualmente con el primer equipo. Todos ellos participaron en la jornada. "Ahora empieza lo bueno", afirmó Guaya. Y es que el equipo tiene hoy doble sesión de trabajo.

Objetivo, el play-off. El Marino tiene claro que la meta es estar al final de la temporada entre los cuatro primeros clasificados y jugar la fase de ascenso a Segunda B. Tanto es así que la asamblea de socios celebrada esta semana, aprobó marcarle al primer equipo ese objetivo, además de "intentar ascender sin renunciar a la Copa Federación y mantener el excelente balance del fútbol base". La asamblea también aprobó mantener el precio de los abonos de la pasada campaña y que no habrá días del club. Los socios solo tendrán que pagar entrada en los partidos del play-off, a un precio de 6 euros.