Llega el Sella de los Centenarios Covadonga-2018, con 1.150 piragüistas dispuestos a dar lo mejor de sí mismos sobre las aguas del mítico río del Oriente asturiano, hermanado hace escasas horas con el argentino río Negro. Veintiún países estarán representados en esta octogésima segunda edición: Portugal, Francia, Irlanda, Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Bélgica, Luxemburgo, Italia, Finlandia, Austria, República Checa, Suecia, Sudáfrica, Israel, China, Australia, Estados Unidos, Uruguay, Argentina y España. La prueba forma parte del calendario de las World Series Classic Maratón de la FIC.

La ausencia más que notable en la línea de salida de los vencedores de las últimos ocho ediciones, el riosellano Walter Bouzán Sánchez y el gallego afincado en Asturias Álvaro Fernández Fiuza, quienes se han tomado un receso temporal en su brillante trayectoria deportiva, la que se unirá también la de los subcampeones de la anterior edición, Emilio Merchán y Leonel Ramalho, estos por decisión del Comité de Competición del Sella, abre el abanico de favoritos para la victoria

Pese a ello, el 82º Descenso Internacional del Sella se presenta con una K-2 de la talla del sudafricano Hank McGregor, diez veces campeón del Mundo de maratón, y su compatriota Andrew Birkett, éste subcampeón del Mundo de maratón en K-1 y medalla de bronce en K-2, quienes apuntan a lo máximo en el inminente Mundial de maratón de Portugal, a principios del próximo mes de septiembre. Tanto McGregor como Birkett saben lo que es el Sella, pues Hank quedó tercero en 2001, junto a Daryl Bartho; y Andy, también fue tercero, éste en compañía de Greg Louw, en 2014.

Sin duda, esa pareja de sudafricanos se perfilan como los grandes favoritos, aunque con permiso de otras potentes tripulaciones como las integradas por el leonés José Julián Becerro y el asturiano Miguel Fernández Castañón (Los Rápidos-Jaire Aventura), que vienen de alzarse con la medalla de bronce en el reciente Europeo de maratón, en aguas croatas, y cuyo principal objetivo es hacer un buen papel en el próximo Campeonato del Mundo de maratón, para el que ya tienen asegurada plaza para defender el pabellón de España en esa cita mundialista, en Portugal. Eso sí, ahora mismo sus miradas están centradas en hacer algo grande en el Sella. Además, saldrán desde la "pole de la parrilla del pedrero sellero.

Otro barco a tener en cuenta es el tripulado por el cántabro Julio Martínez Gómez, recordman del Descenso, con once victorias, entre los años 1998 y 2009, aunque con cinco parejas diferentes -Rafa Quevedo, Manolo Busto, Emilio Merchán, Javi Hernanz y Miguel Fernández Castañón-, así como en otras nueve ocasiones en distintos peldaños del podio, que buscará su decimosegundo triunfo en el Sella paleando con un nuevo compañero y cántabro: Rubén González Pereda (Los Rápidos-Jaire Aventura), séptimo clasificado en K-1 en la pasada edición sellera y actual subcampeón de Asturias de maratón, igualmente en K-1.

Solventando el dilema que le tuvo en vilo a lo largo de las últimas fechas, Milín Llamedo Álvarez (Kayak Tudense) anhela hacer el mejor papel posible en el Sella be incluso luchar por el triunfo en la competición. El parragués, tercer cepo en la línea de salida, ansía sacarse esa espina que tiene clavada desde hace tiempo con el Sella y tratar de dar la campanada en esta 82 Edición del Descenso Internacional del Sella. Se preparó a conciencia y, hace nada, tomó la decisión de salir a dar guerra en compañía de otro laureado parragués -campeón del Mundo para más señas- Pedro Vázquez Llenín, quien hace justo una semana era finalista en el Mundial sub-23.

Otra K-2 que busca resarcirse de la mala suerte en ediciones pasadas del Descenso Internacional del Sella es la compuesta por el cangués Luis Amado Pérez Blanco y el riosellano Miguel Llorens López (Sociedad Cultural y Deportiva de Ribadesella), sobremanera tras la decepción del último Europeo de maratón, donde coparon la novena posición. Olvidado ese lance, la pareja de La Cultural persigue desquitarse en "su" río, en el Sella, pese a que todavía no han conseguido asaltar los peldaños del podio riosellano. Quizás esta sea la oportunidad que se les negó en otras ocasiones. Tienen asignado el cepo número cinco en la salida.