El primer partido de Fassani con el Marino de Luanco esta temporada no terminó como le hubiera gustado, con derrota 2-1 ante el Llanes en Copa Federación, pero el uruguayo marcó el gol que abrió el marcador y ha hecho declaración de intenciones de ayudar al equipo a luchar en la zona alta de la tabla cuando empiece la liga. "El año pasado cuando tuve que irme me sentía con la espina de no haber podido rendir al nivel que se esperaba de mí, y eso pesó mucho en mi decisión de volver a Luanco", afirmó el delantero ayer.

El jugador pasó una temporada complicada en la pasada campaña, con una rotura del ligamento del aductor, que le impidió jugar a su máximo nivel. Había llegado ya lesionado al Marino desde el Lealtad en el mercado invernal y cuando se acercaba el final de la temporada, se fue a jugar a Estados Unidos. "Fue difícil rendir, no pude jugar ningún partido sin dolor, en ningún momento estuve al cien por cien y sobre todo, no pude disfrutar de jugar. Ahora tengo muchas ganas", sostiene Fassani.

En este tiempo ha acabado de recuperarse y ahora afirma que se encuentra muy bien. Y eso que no ha tenido prácticamente descanso. "No he parado de entrenar en los tres meses que estuve en Estados Unidos. Solo tuve siete días de descanso entre que llegué aquí y empecé a trabajar con el Marino", explica el jugador.

La experiencia norteamericana le ha enseñado mucho y le ha dejado buenos recuerdos, pero se queda con el fútbol europeo o sudamericano. "Estuve muy bien allí, pero creo que jugué casi que otro deporte. Es muy distinto, la forma de entrenar, la forma de jugar... Buscan el fútbol espectáculo y jugábamos como diez partidos en un mes. Un partido cada tres días, y hasta dos en un fin de semana, de sábado y de domingo", recordó. Fue en la Premier Development League, en la localidad de Statesboro (Georgia) y con esa exigencia no era raro que hubiera lesiones. "Los equipos tienen muchísimos jugadores porque es imposible aguantar. Me trataron bien y me encontré a gusto, pero estoy encantado de volver", sostiene.

Ahora se queda con lo mejor de la experiencia y ya tiene la mente puesta en la temporada con el Marino: "Estoy muy bien aquí. Los compañeros y la directiva me han recogido muy bien, así que les tengo que devolver el apoyo. Espero volver a estar en mi mejor nivel para llevar al equipo a conseguir todo lo que se proponga".

Por eso le dolió la derrota ante el Llanes. "Tuvimos las sensaciones malas de la derrota. No nos sentimos cómodos en el partido y no estuvimos a la altura del nivel que se nos pide. Ellos fueron justos ganadores", sentenció. No quita importancia a la derrota, pero afirma que lo más positivo es que "hay tiempo para mejorar, para cambiar y hay potencial para hacerlo". Y sobre todo, sabe que para el Marino estar en la fase final de la Copa Federación es obligatorio: "Dependemos de nosotros para clasificarnos. La obligación de pasar el grupo es toda nuestra y vamos a hacer todo lo posible para conseguirlo". Eso sí, en lo personal empezó con muy buen pie: "Entré en el descanso y la primera pelota que tocaba fue gol, me dio mucha seguridad, pero enseguida el partido cambió. Da mucha rabia".