Camila Bonazzola y su compatriota Shula Gavilán emprenden juntas su primera aventura en el balonmano europeo y lo hacen en las filas del Liberbank Gijón. "Nos llegó la propuesta del club cuando estábamos con la selección así que hablamos con Campigli que jugó aquí y nos habló muy bien el equipo y de la ciudad y nos quitó los miedos iniciales y decidimos aceptar", recuerdan las dos jugadoras.

Ambas tienen características diferentes. Shula (diminutivo de Giuliana) es pivote y según su compañera Camila, con la que han compartido partidos en las distintas selecciones argentinas desde hace varios años, "es muy fuerte, una gran defensora, físicamente siempre era de las mejores". Pos su parte, Camila Bonazzola es extremo y a juicio de Shula "es muy rápida, corta muchos balones y tiene muchos recursos a la hora de definir la jugada". Las dos llegaron juntas y también comparten piso, de momento junto a la leonesa Taty Lozano, aunque ésta cambiará de residencia en fechas próximas.

Llevan algo más de una semana en Gijón y su adaptación es ya prácticamente completa. "Nos vinieron a buscar al aeropuerto y desde el primer día están pendientes de nosotras. Estamos muy contentas porque el resto de la plantilla también nos acogieron muy bien, las chicas están haciendo que todo sea más fácil".

Aunque la oferta definitiva llegó este año Camilla ya estuvo en la agenda del Liberbank Gijón la pasada temporada "pero en aquel momento decidí quedarme un año más en Argentina" recuerda Bonazzola. Ambas reconocen que emprender juntas la aventura en el balonmano europeo las animó.

En estos días ya comprobaron la diferencia del balonmano español con el argentino, "aquí la intensidad es mucho mayor, hay más horas de trabajo y también la responsabilidad ya que allí el balonmano no deja de ser algo amateur y aquí ya somos profesionales". Shula y Camila coinciden en muchas cosas, una de ellas es que "para los jugadores argentinos es importante venir a España porque se nota que aumenta el nivel de la selección". A ello Camila añade que personalmente le gustaría "mejorar para a la vuelta poder ayudar al balonmano argentino".

Antes de venir las dos tenían bastante conocimiento de la liga española. "Hay varias jugadoras argentinas en España y las solíamos seguir" señala Shula, "vimos la Copa de la Reina". Además Gavilán ya tuvo un paso previo por España. En su etapa cadete jugó una temporada en los equipos inferiores del Zuazo ya que vino a España durante un curso escolar completo. "El nivel ha mejorado mucho, ningún partido es fácil, todos hay que lucharlos", asegura. Las dos tienen ganas de que llegue el sábado cuando jugarán el primer partido amistoso. Será en e el Palacio de los Deportes con el Porriño como rival y donde "esperamos conocer a la hinchada del club".