El Gijón Industrial se quitó un peso de encima al sumar su primera victoria de la temporada. El conjunto de Viti Amaro, que mostró más interés en lograr los tres puntos y, además, fue eficaz en sus remates, superó a un Praviano que dio muestras de peligro solo en el tramo final. La entrada de Semedo cambió la cara a los de Pravia en la segunda mitad.

Anteriormente, el Gijón Industrial ya había puesto tierra de por medio al llevar el dominio de los primeros cuarenta y cinco minutos. Y lo confirmó con goles. El primero, tras una jugada de Villa que puso el balón al punto de penalti, Aser controla de espaldas y espera la llegada de Borja, que define de disparo cruzado cuando apenas se superaban los primeros diez minutos del partido.

A pesar del tempranero gol, el Industrial continuó con su dominio territorial frente a un Praviano que acudió a Santa Cruz con bastantes precauciones en su parcela defensiva. Sin descomponerse y esperando su turno. Sin embargo, Pablo Hernández avisaba con un tiro cruzado que se iba rozando el poste. El propio centrocampista atinó con más precisión poco después para hacer el segundo tanto del encuentro. Saque de esquina en corto hacia Hugo y éste pone el balón en el área, donde Pablo marca de tacón, colándose el balón entre las piernas de los defensores y el portero Javi Menes. Los fabriles hacían bueno su total dominio.

El técnico Manel reaccionó en el descanso dando entrada a Semedo, que fue el mayor peligro para el conjunto fabril. Su entrada le dio más dinamismo en ataque al Praviano que, sin embargo, veía como el Gijón Industrial tenía en sus pies la sentencia.

Tras la lesión de Pablo Hernández, el cuadro fabril se encontró con los palos de la portería praviana. Primero fue Villa con un disparo que repelió el larguero en el 70 y, diez minutos después, fue Aser el que se estrelló con el poste. El Industrial perdonaba la sentencia y el Praviano lo aprovechó para meterse en el partido con un certero remate de Javi Gutiérrez tras centro de Semedo. El partido se alargó en el tiempo de prolongación, pero fue un querer y no poder ya que la zaga gijonesa se mostró muy sólida y tiró de veteranía para frenar cualquier intento de peligro. A ello, se sumó una salvadora parada de Vilches para dejar los tres puntos en Santa Cruz.