Braulio Martínez, el padre de un cadete del San Claudio que el sábado insultó gravemente a un árbitro al terminar el partido de su hijo, niega que estuviera bajo los efectos del alcohol ni que le amenazara de muerte. "No iba borracho, no llegué a pisar el bar", aseguró ayer a LA NUEVA ESPAÑA. "Tampoco le dije nunca 'te voy a matar'", prosiguió en referencia a una frase que aparece reflejada en el acta del partido. "Estoy arrepentido y le pido perdón. Reaccioné así porque pitó a favor del Oviedo y sacó una amarilla a mi hijo, que no se merecía. Fue un calentón", finalizó.

El suceso se produjo al final de un encuentro de la Segunda División cadete el sábado por la mañana. El partido se jugaba en el José Ramón Suárez Fernández, el campo del San Claudio, entre el conjunto local y el Real Oviedo B. Al finalizar el partido, Braulio Martínez, de 56 años, asaltó al colegiado ovetense Moisés Pevida cuando éste encaraba el túnel de vestuarios.

Mientras se le encaraba, y varios miembros del cuerpo técnico del Oviedo le intentaban separar, le dijo al trencilla: "Eres un hijo de puta. Estás para plantar lechugas". Posteriormente, en el acta, el árbitro también reflejó las frases: "Te voy a matar" y "te voy a arrancar la cabeza".

"Eso no lo dije. No le amenacé de muerte. Me enfadé porque pitó a favor del Oviedo todo el tiempo. Hasta los rivales lo decían. Amonestó a mi hijo sin razón. Pido perdón, pero se han dicho mentiras. No bebí", insistió, en referencia a las palabras del coordinador del San Claudio, Miguel Fernández, quien afirmó que "estaba afectado por el alcohol". La actuación de Braulio Martínez fue filmada en un escueto vídeo de 14 segundos. El material se propagó en las redes sociales como la pólvora. "El vídeo que ha trascendido empieza tarde, porque llevaba más tiempo insultándome", explicó a LA NUEVA ESPAÑA el colegiado Pevida.

Esa filmación ha levantado ampollas en Braulio Martínez. "No di mi consentimiento para que se me grabara y mucho menos para que se difundiera el vídeo. Si me entero de quien fue, le voy a denunciar", aseguró.

Dos días después del suceso, el San Claudio trata de recuperar la normalidad. Hoy, el conjunto ovetense mantendrá una reunión con representantes de la Federación regional para tomar medidas. Entre las ideas, se baraja colocar unas vallas para impedir que se repitan situaciones similares. El San Claudio prohibió, además, la entrada al campo de Braulio Martínez.

Todo ello viene por una observación del colegiado en el acta. Moisés Pevida reflejó que el entrenador local, Juan Llaca, "no realizó su labor de acompañarme al vestuario". No obstante, Llaca explicó ayer a este periódico que no lo hizo debido a que "uno de sus jugadores se había lesionado en los últimos minutos y salió a atenderlo, porque hacía muchos gestos de dolor". Dicha lesión también viene reflejada en la reseña del colegiado.

Mientras tanto, poco se sabe del joven jugador. Lleva poco tiempo en el conjunto ovetense, al que llegó procedente de los Arcos esta misma temporada. En el día de ayer, no se expresó por el grupo de Whatsapp del club. Quienes lo conocen afirman que se trata de un chico tímido. Su padre, Braulio Martínez, tiene 56 años, trabaja de albañil y vive en El Escamplero, una pequeña localidad del concejo de Las Regueras, muy cerca de Oviedo.