Como diría un castizo "el Caudal no sale de una para meterse en otra". A la irregular trayectoria del conjunto mierense, ahora se une una lesión de las que hacen mella en el vestuario. Iker Alegre se perderá la temporada a causa de una rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha. El del Natahoyo ya se recuperó hace tres temporadas de esta misma lesión, pero en la rodilla izquierda, y por eso confiesa que "la recuperación me la tomaré con calma, no me quiero marcar ningún plazo concreto".

Cuando hace un par de semanas Iker Alegre tuvo que ser sustituido en la primera parte del encuentro ante el Madalena Morcín, nadie en el club esperaba que la dolencia que sufría fuera tan grave, pero la realidad ha sido bien distinta. Alegre explicaba que "la lesión creo que llega por dos circunstancias. Primero realicé un golpeo de volea a portería por la que la rodilla comenzó a dolerme, pero seguí jugando hasta que sufrí un giro en el que ya noté un chasquido. Creo que me sucedió porque la articulación estaba débil tras el golpeo anterior".

Alegre ya sabe lo que es recuperarse de esta misma lesión. En la tercera jornada de la campaña 2016-17 en un duelo en El Sardinero se rompió el cruzado izquierdo. Era septiembre y reapareció en abril jugando cinco encuentros de ese curso, y toda la campaña pasada con el Caudal. El gijonés resalta que "estoy animado dentro de lo que cabe, pero ya sé lo que es esto y quiero ir con tranquilidad para que todo salga perfecto. Sólo pienso en recuperarme, no en cuándo volveré".