A pesar de la entidad del rival, el partido estaba marcado como un punto de inflexión para el Teslacard. Y lo consiguió con una victoria de coraje ante el colíder Clavijo por 63-59, apoyado en un soberbio Saúl Blanco y una gran labor en defensa, principalmente en zona, que llegó a buen puerto para romper la racha negativa y revivir al conjunto de Galán.

El inicio estuvo marcado por los numerosos errores de los gijoneses lo que puso un 0-12 de salida que no auguraba nada positivo. Los de Jenaro Díaz jugaban a su antojo ante un cuadro gijonés que cometió ocho pérdidas en solo diez minutos. Todo cambió en el segundo cuarto. El liderazgo de Saúl Blanco, apoyado en Rubiera y Swift, revivían a un Teslacard que parecía muerto, pero solo estaba herido en su orgullo. Reaccionó y logró completar un parcial de 14-0 antes del descanso que le situó con 27-30.

El desequilibrio que se apreció en los dos primeros cuartos, para uno y otro lado, se estabilizó ligeramente, aunque con el Clavijo como vencedor. Robert Swift se activó en defensa y en ataque, donde apareció Yengue, que anotó y reboteó a pesar de estar en inferioridad de centímetros al actuar como ala-pívot. Pero los triples del Clavijo volvieron a poner tierra de por medio y a ello se sumaron algunas decisiones arbitrales que encendieron al Palacio para cerrar el cuarto con 45-53.

El Teslacard apostó por una defensa en zona que sorprendió al Clavijo y le fue decisiva para luchar por la victoria. Para ello se alistó un Kimbrough hasta entonces desaparecido, que puso por primera vez por delante a los gijoneses con el 57-55, y un Saúl Blanco que vive su segunda juventud. A falta de 33 segundos, la victoria estaba en la mano de los locales con 62-59 y posesión. Saúl falló, pero Javi Menéndez logró un rebote ganador al que le sumó un tiro libre para cerrar el triunfo.