Se hizo bueno el dicho de "a la tercera va la vencida". Tras dos tropiezos consecutivos desde la llegada de Isma Piñera al banquillo del Sporting B, el filial gijonés sumó su primera victoria con el sustituto de José Alberto al frente. Y lo logró además con remontada incluida, lo cual le da más mérito a un partido y una idea que pueden suponer un punto y aparte para los rojiblancos. El tanto de Salado hizo aparecer los fantasmas del pasado por la mente de los jugadores, con el temor de repetir un nuevo tropiezo, pero el equipo de Piñera, esta vez sí, disputó un encuentro muy sólido, con atrevimiento en ataque y con la calidad que atesora del centro del campo en adelante. Un resultado positivo y con algunas gratas sorpresas en el once titular.

Una de las novedades fue la del delantero. Con Santamaría tocado y cayéndose finalmente de la convocatoria, Dani Sandoval le ganó la partida a Neftali y la primera titularidad del ariete no pudo salir mejor. Asistió en el empate a Pablo Fernández y marcó el segundo tanto que ponía por delante al Sporting B ante un Bilbao Athletic que no fue tan terrorífico como se podía esperar y que no tuvo un buen debut con Solabarrieta al frente.

El conjunto de Isma Piñera comenzó el duelo ofreciendo buenos síntomas, lo cual certificó posteriormente. Comenzó ganando terreno a su rival desde el inicio y optó por una presión que le otorgó oportunidades extras debido a sus robos en campo rival, aunque no le sacó mayor rendimiento. Sandoval envió alto el primer intento sportinguista y los bilbaínos llevaron el balón a la red en la primera ocasión de la que dispusieron. Previo error de Pelayo Suárez en el despeje, que dejó el balón en disposición de Salado, el cual demostró su templanza para no perdonar ante Christian Joel y lograr el primer tanto del partido. El gol visitante ponía por tercera vez consecutiva al Sporting B por debajo en el marcador. Una losa que no mermó la moral del equipo de Piñera que, hasta el tanto encajado, estaba dando el do de pecho en ataque.

Sus intentos de empatar pronto, se encontraron con un acertado Oleaga. Buena cuenta de ello pueden dar Bogdan y Pablo Fernández. No se amilanó el Bilbao Athletic, con sus ideas y su indudable calidad técnica, aunque no fue el partido más lúcido de los leones. Sus tímidos intentos, con centros laterales, fueron solventados con fortaleza Christian Joel. Fue un impasse antes de que el equipo gijonés trenzara una buena acción conducida con pundonor por Bogdan. El lateral encontró a Sandoval, que puso la pausa dentro del área pequeña para dejarle el balón de cara a Pablo Fernández, que situaba el balón con dulzura en la escuadra para hacer la merecida igualada antes del descanso.

Subió en intensidad el juego en la segunda mitad, con más contacto en los duelos directos. A pesar de que no es un fútbol habitual entre filiales, demostraron que no les tiembla el pulso al jugar en el cuerpo a cuerpo. Y si el Bilbao Athletic se adelantó por medio de un error local, el Sporting B le devolvió la moneda a los bilbaínos tras no conectar con firmeza de cabeza Gorka Pérez, marchándose el balón a su espalda, a la que apareció Sandoval, el más atento, para ganarle la partida a Murúa antes de definir, nuevamente, por la escuadra. Un error en cadena que no desaprovechó el equipo de Isma Piñera para voltear el marcador.

Expulsión de Gragera

Se rompió el partido y se palpaba que algo iba a suceder. Para bien o para mal. Los huecos abrían las opciones a atacar con mayor claridad y en esa vertiente de jugar a la ruleta rusa, el Sporting B se quedó con diez por la expulsión de Gragera, que vio la segunda amarilla tras una falta sobre Villalibre. Era el minuto 77 se juego y al Sporting B le tocaba cambiar su estilo para saber sufrir. La falta a cinco metros de la frontal del área la golpeó Morcillo y la estrelló en el larguero.

El cuadro bilbaíno quitaba defensas e iba a por todo y Piñera realizaba la operación inversa, supliendo a Chiki y dando entrada a Ramón. Fueron diez largos minutos en el que el Sporting B se embotelló en su área ante una necesitada victoria que tenía al alcance. El sufrimiento finalizó en el minuto 90, cuando a Oleaga se le escapaba el balón y Bertín metía la puntera para poner el 3-1 y darle tranquilidad a su equipo. Isma Piñera lograba su primera victoria a la tercera oportunidad y el Sporting B se llevaba un triunfo necesario y merecido.