Se termina 2018 y el deporte avilesino brinda por otro año más cargado de éxitos. Han sido 365 días, muchos afectados por la sístole y la diástole de las competiciones de los fines de semana y otros tantos cargados por la no menos emocionante gestión en los despachos. Poco descanso han tenido los cabecillas de los clubes deportivos que, tras cerrar una temporada llena de éxitos y algún que otro fracaso, brindan por un 2019 en el que el pavor de las lesiones pase de puntillas por la Villa del Adelantado.

La Atlética Avilesina ha cerrado la temporada con buenas noticias en todas sus secciones: balonmano, baloncesto, atletismo y remo. "Este año ha sido muy positivo, tanto en lo deportivo como en lo social. Todas las secciones han logrado buenos resultados deportivos y en el otro aspecto, hemos visto que las nuevas generaciones de deportistas se siguen subiendo a nuestro carro", comentó Gerardo González, el presidente del club.

El 2018 pasará a la historia de la entidad polideportiva, entre otras cosas, por haber recuperado 31 años después su sección de baloncesto femenino. "Vamos creciendo, a partir de nuestro pasado. El baloncesto femenino de la Atlética siempre fue un referente y queremos que en el futuro lo pueda volver a ser", señala González.

También es muy destacable la sección de balonmano. Cerró la pasada campaña en una aceptable octava posición. Y este ejercicio, a falta de un partido para completar la primera vuelta, lo ha cerrado como líder en solitario y con siete puntos más que el año pasado a estas alturas. El sabor agridulce proviene del verano, cuando por la renuncia del Grupo Covadonga, el Toscaf Atlética Avilesina tuvo la opción de jugar en División de Honor B. "Estamos ilusionados ante lo que pueda venir. Ojalá podamos ganar en la pista salir en Plata", concretó Gerardo González, quien desea para el 2019 que "se mantengan los buenos resultados deportivos y los apoyos económicos crezcan para que la Atlética Avilesina siga siendo la referencia del deporte en la ciudad".

En fútbol, El Real Avilés ha atravesado este 2018 como un año de "transición", en palabras de José Manuel Tejero, director de gestión de club e hijo del propietario del mismo, José María Tejero. "Vamos a ver si somos capaces de reorganizarnos y tirar hacia delante. Eso es lo que quiere el presidente", aseguró.

El conjunto avilesino ha tenido un año dicotómico. Durante la temporada pasada, en manos de Xiel, el equipo convivió durante toda la segunda vuelta con el fantasma del descenso a Regional Preferente. Una catástrofe que, de haberse consumado, habría que retrotraerse a la década de los setenta para encontrar un precedente similar.

Sin embargo, en los últimos partidos, aquel equipo, zarandeado por los cambios de una convulsa gestión deportiva, en parte también marcada por las circunstancias heredadas de la crisis veraniega, logró hacerse un sitio en la categoría.

Goleó al Mosconia en casa en la última jornada y se aseguró, al menos deportivamente, seguir en Tercera División, a la espera de que al menos dos ascensos a Segunda B compensaran los descensos del Caudal y del Lealtad y quedaran compensados los arrastres. Dicho y hecho, el Vetusta, a las primeras de cambio, y después el eterno rival, el Langreo, con gol del avilesino y ex realavilesino Omar, dejaron al club de Tejero en Tercera.

En la segunda mitad, la llegada de Juanma Castañón al banquillo ha dado tranquilidad a un equipo que navega con calma por la categoría. Con gente sobre todo de la casa, después de un efímero paso de jugadores franceses, el Avilés tiene en su mano no pasar apuros.

"Nunca hemos temido porque esto desaparezca. Siempre hemos luchado porque salga adelante. Al final, con todo lo que ha pasado en los últimos años, el que ha estado siempre dando la cara ha sido Tejero", aseguró el director de gestión del equipo. José Manuel Tejero también valoró un aspecto que el Real Avilés está intentando recuperar esta temporada: lo social.

A lo largo de los meses otoñales se han recuperado las visitas a los colegios y se han puesto en marcha diferentes acuerdos con organizaciones sin ánimo de lucro como la Asociación de Donantes de Sangre de Avilés y Corvera. "Este año podemos hacer eso. Otros años teníamos muchas estrellas, pero ahora somos un equipo", indicó.

"A 2019 le pedimos seguir con esta gente tan buena que tenemos, poder mejorar y estar lo más arriba que podamos", aventuró Tejero, quien no quiso despedir el año sin agradecer el apoyo de los aficionados, que a pesar de todo, siguen acudiendo al estadio Suárez Puerta. "Son unos sufridores y hay que valorar todo el esfuerzo que hace esa gente que apoya al club", zanjó.

El Avilés Stadium no ha podido vivir un año más idílico. Logró el ascenso a Regional Preferente arrasando en Primera Regional, categoría en la que no perdió un solo partido. Tras un verano algo más confuso, donde el técnico artífice del ascenso no fue renovado y se marcharon muchos jugadores, llegó Lucho Valera. El entrenado ha sabido adaptar al equipo a su nueva realidad, ha llegado a tenerlo líder y tiene medio objetivo logrado, el de la permanencia. Además, en este 2018, el Stadium ha estrenado cantera, con 130 jugadores, gracias a la fusión con el Avilés Deportivo.

"Ha sido un año fenomenal, de ensueño. Hemos logrado el ascenso y lo hemos hecho sin el shock de empezar en una nueva categoría" aseguró José Manuel Sal de Rellán, presidente del club. "Hemos sido líderes, estamos metidos en la pomada por el ascenso y lo más importante, también estamos cerca de lograr nuestro principal objetivo, que es la permanencia", prosiguió. A 2019 solo le pido que nos respete con las lesiones y sí, claro que sueño con poder lograr otro ascenso, esta vez a Tercera División, pero con los pies en la tierra", finalizó.

En fútbol femenino, hay que contabilizar dos nuevos clubes, el Navarro y el Versalles, que se unen a Las Vegas y al Femiastur, la referencia por historia en la ciudad. Sita Méndez, presidenta de este último, calificó el año como "agridulce" por el descenso del primer equipo desde Segunda División hasta Regional. "Nos ha obligado a reestructurar el club y enfocarlo hacia la escuela. Queremos potenciar la calidad de la formación de nuestras jugadoras". Esa mano ya ha dejado notar, con Marina y Tayre, dos jugadoras que saben ya lo que es entrar en los planes de la selección nacional. "Al año próximo solo le podemos pedir las mismas energías para conseguir nuevos logros y a nivel de escuela, recuperar categorías y tener el potencial que tuvimos en su día", concretó la dirigente.

No se puede cerrar el apartado del balompié sin comentar la trayectoria del Marino de Luanco, actualmente el conjunto más potente de la comarca. La entidad presidida desde 1990 por Luis Gallego logró jugar un año más la promoción de ascenso a Segunda División B y aspirará en 2019 a regresar a la categoría de bronce.

El judo también es un deporte pujante en la Villa del Adelantado. El Judo Avilés ha realizado un año para enmarcar. "Si no ha sido de sobresaliente, prácticamente lo fue", aseguró Carlos Fernández, uno de los entrenadores de la entidad. "Las chicas han logrado el subcampeonato y los chicos se han mantenido en Primera División. En cuanto a la cantera, tanto Yolanda Soler como yo, estamos muy esperanzados", concretó. "No podemos olvidarnos del Villa de Avilés, que fue de matrícula de honor. En lo organizativo estamos muy satisfechos", concluyó.

No solo ha sido un 2018 exitoso para estos clubes. También ha sido el año en el que el Club de Tenis ha cumplido 50 siglos en San Cristóbal y la Fundación Deportiva Municipal ha alcanzado los 40 años de edad. El año en que las pequeñas María Riestra, en tenis de mesa con un bronce nacional, y Marién Bagüés, ajedrez, despuntaron. O el año en que Paula Jiménez, la única gitana que juega al fútbol femenino en Avilés, mostró que no hay barreras cuando se trata de la pelota. También 2018 ha sido un año grande para tantas y tantas canteras de la ciudad, como la del Bosco, Los Campos, el Llaranes y tantas otras que siguen inculcando valores en los más pequeños, como es el caso del Víctor Antuña Inmobiliaria ADBA, cuyo primer equipo se ha mantenido un año más en la Liga Femenina 2 y sigue inculcando el baloncesto a las más pequeñas de la ciudad.

Como tampoco tiene límites la capacidad para seguir disfrutando con el tenis de Roberto Menéndez, un año más campeón del mundo, a sus 42 años. Casi los mismos que Javier Carnero, que esté en el país que esté, siempre regresa a Asturias con un metal colgado del cuello. Si hablamos de veteranos, siguen estando Marcelo Campanal y Rubén Nicieza, más conocido como "Pola", dos deportistas octogenarios, pero incombustibles. Como incombustible es el deporte de esta ciudad, que un año más pelea por estar en lo más alto y así seguirá en 2019.