Fin de una primera gran vuelta del Langreo que, sin embargo, cayó derrotado ayer ante un rival directo en la zona noble de la clasificación. Una mala primera mitad, donde el Leioa supo explotar sus recursos, dejó muy tocado al equipo langreano que en la segunda mitad, y tras el parón de una hora por un corte de luz, mostró su mejor versión, pero la madera y el portero Iturrioz, le impidieron lograr algo positivo. De esta forma, el Langreo no pudo hacer historia y sumar cuatro victorias consecutivas en Segunda B para igualar su mejor registro.

Hernán Pérez introdujo tres caras nuevas en el once. Una era previsible, con la entrada de Zubiri en la posición de mediocentro por el sancionado Samba. Las otras dos resultaron más inesperadas: la presencia de Sergio Ríos en la punta de ataque en detrimento de David González y la de Omar Sampedro por Dani Ábalo.

El Leioa salió fuerte en el arranque, creando dudas a la zaga langreana sobre todo a balón parado. Los dos primeros avisos, uno de Yurrebaso y otro de Luariz, acabaron en el lateral de la red en sendos disparos dentro del área. Los asturianos no se encontraban cómodos y estaban a expensas de un rival que además de llevar claramente la iniciativa sabía muy bien a lo que jugaba. Con el paso de los minutos, la presión del Leioa iba disminuyendo, aunque de nuevo Luariz, esta vez de cabeza, casi desde el punto de penalti y libre de marca, pudo inaugurar el marcador, pero su intencionado intento salió a pocos centímetros de uno de los postes defendidos por Imanol Elías.

Los visitantes igualaban fuerzas en la medular e intentaban cargar sus ataques por las bandas, sobre todo por la izquierda, aunque sin demasiado éxito. Un libre directo de Dani López por encima del travesaño, ya en el minuto 18, era lo primero noticioso en ataque. Demasiadas precauciones por ambos bandos y escaso fútbol. Sólo en una jugada de estrategia se podía variar el resultado y así pasó.

A punto de cumplirse la media hora, una falta frontal desde el círculo central permitió a Aguiar tocar de cabeza el balón para meterlo cerca del punto de penalti, donde otro de los centrales, Crespo, se adelantaba también a su defensor para inaugurar el marcador. Aún no se había repuesto el Langreo de ese primer mazazo cuando el segundo llegó seis minutos después. Una subida al ataque de Chirri acabó con un disparo desde la frontal que en principio no iba a ir entre los tres palos, pero ya dentro del área Yurrebaso sacó su astucia habitual para tocar lo justo el balón y desviar su trayectoria al fondo de las mallas.

A los dos minutos de la reanudación, el partido vivió una situación inesperada. Se fueron las luces de Sarriena y el partido quedó suspendido durante una hora. Una vez respuesta la normalidad, el encuentro entró en una dinámica igual de inesperada. Es cierto que Luariz, de cabeza, perdonó el tercero del Leioa, pero un minuto después un zurdazo desde el borde del área de Sergio Ríos estrechó el marcador. A partir de ahí, al Leioa le entraron los nervios y los titubeos de otros partidos en casa, y el Langreo por fin pareció ese equipo reconocible y descarado de esta primera vuelta.

Siete minutos después del gol, cosas del fútbol, el propio Sergio Ríos, en una jugada calcada, a punto estuvo de igualar la contienda, pero su disparo se estrelló en la madera. No fue el único lanzamiento del delantero centro que encontró el poste de la meta vizcaína, ya que un segundo chut del ariete se estrellaría también en el palo. El asedio asturiano era ciertamente claro, con un equipo ahora con mucha movilidad, muy dinámico con sus jugadores exteriores y dando esa sensación de superioridad que sin embargo no se plasmaba en el marcador.

Ahí aparecía la figura del guardameta local Iturrioz, que salvaba un mano a mano ante Héctor, ya en el ecuador de la segunda parte,cuando el dos a dos parecía cercano. Un chut de Allyson salió cerca del palo, y ya en el descuento el balón vivió casi permanentemente en el área vizcaína, pero a pesar de los intentos por alojar el cuero en el fondo de las mallas, el Langreo no pudo evitar su séptima derrota del curso.