El 24 de noviembre, en el polideportivo de Mendizorroza, el ligamento cruzado de la rodilla derecha de Fran Cárdenas se rompió, sólo once meses después de sufrir la misma lesión en la izquierda. Al base andaluz, familiarizado con las sensaciones, se le vino el mundo encima. Y a sus compañeros también, hasta el punto de que el partido contra el Araberri, que tenían controlado, acabó con la primera derrota de la temporada fuera de casa. Hoy (18.30 horas), en Pumarín, el Liberbank Oviedo cumple una vuelta sin Cárdenas.
"No sirve de nada preguntarse por qué yo", señala Cárdenas, enfocado únicamente en la recuperación. Pero, por duro que le resulte, no tiene problema en recordar ese momento: "Intenté pasar el balón y en el apoyo me desequilibré un poco. Sentí algo parecido a la primera lesión, aunque tenía la esperanza de que no fuese tan grave. Mi primera reacción fue echarme las manos a la cabeza y llorar".
No fue el único. La escena afectó a sus compañeros y especialmente a algunos, como Víctor Pérez y Oliver Arteaga, a los que les une algo más que el baloncesto. "Tenemos una relación personal y seguro que lo sintieron, pero no sé si eso tuvo que ver con nuestra primera derrota fuera de casa. Pero ya pasó, el equipo se sobrepuso y ahora vamos muy bien".
Desde entonces, Cárdenas lo afronta todo con espíritu positivo: "Me operó Antonio Maestro, uno de los traumatólogos más prestigiosos de España, al que ya conozco de la primera lesión y al que debo mucho. Y estoy haciendo la rehabilitación con Lorenzo del Pozo, otro grandísimo profesional".
Fran Cárdenas invierte muchas horas cada día entre la piscina, el gimnasio y la camilla del fisioterapeuta: "Parto con ventaja por la experiencia de la primera lesión. Sé que hay que cumplir a rajatabla los tiempos de recuperación para que el ligamento se consolide bien. No me marco un plazo". Le anima el ejemplo de futbolistas como Canales y Muniain, que sufrieron la misma lesión y ayer fueron convocados por Luis Enrique.
Sabe que le espera otro verano movido, en el que tendrá que hacer cada día 120 kilómetros para seguir con su recuperación en Sevilla, pero hasta entonces disfruta con su equipo: "Lo veo bien, muy sólido. Si jugamos al cien por cien los 40 minutos será muy complicado ganarnos. Tenemos al mejor pivot de la liga, dos bases espectaculares y jugadores que anteponen el grupo al lucimiento individual". Y un técnico al que Cárdenas pone por las nubes: "Javi tiene un futuro espectacular. El que tuviera dudas es que nunca lo vio jugar. Ya como base tenía madera de líder y de entrenador".
