Tiene 25 años, pero a Nico Pandiani le ha tocado asumir galones en este Real Avilés. El central, reconvertido a pivote por necesidades del guión, no rehúye la responsabilidad de tirar del carro ni dentro del campo ni fuera y ser uno de los "jefes" del equipo. "Aunque soy joven, he estado en vestuarios con futbolistas de Primera y he aprendido. No me escondo a la hora de asumir un papel de líder", afirma el uruguayo.
Este rol influyó en el fastuoso segundo gol de Xavi Cencillo ante el Praviano. "Xavi caía en fuera de juego nueve de cada diez veces. Le expliqué cómo molesta a un central que le rompan la línea de fuera de juego constantemente. Me hizo caso y luego bromeamos sobre el asunto. 'Ese gol también es tuyo', me dijo", afirma Pandiani.
También se notó a la hora de meter en vereda a algunos compañeros. "Tuve un choque con José Antonio, porque le hice una corrección y me contestó mal. Al final, después del partido contra el Praviano, lo arreglamos y me reconoció que tenía razón", explica el futbolista. "Este es un papel que me gusta. Ya lo dije el día que regresé aquí, que venía a tirar del carro", cuenta.
Su relación con Juanma Castañón, el entrenador del equipo, es un punto a tener en cuenta. El técnico, el pasado lunes en una entrevista en la Cadena Ser, señaló a Pandiani, refiriéndose a fallos de concentración. "Algo me habían contado sí, porque no estoy pendiente de la prensa", dice.
Pandiani le resta importancia. "Es verdad que, a veces, en determinados momentos, bajamos el pistón. Esto ya lo había dicho yo al llegar. Pero mi relación con él es buena. No hay problemas. Él confía en mí y yo confío en él. Vamos a muerte con el entrenador", zanja sobre el tema.
El central uruguayo estuvo la pasada temporada en el Avilés de Xiel. Observa diferencias con su anterior andadura. "El año anterior había jugadores con más calidad, pero este año estamos más unidos. Además, la gente es más joven. Casi todos viven con sus padres así que el tema de los impagos no es tan preocupante como el del curso anterior", matiza.
Fuera del fútbol, Pandiani se siente bien. Al finalizar la pasada temporada, estuvo cerca de continuar. Le salió una oferta irrechazable en Malta, pero el Avilés le dejó la puerta abierta. "Aquí vivo con mi novia, estoy a gusto. No es que me sienta como en casa. Es que estoy en casa", afirma.
Decir que mantiene una relación amistosa con Xavi Cencillo es ser muy puntilloso, porque lo cierto es que son inseparables. "Es un jugador increíble, con mucha hambre y ganas de aprender", sentencia uno de los líderes del Avilés.
