El Caudal se rencontró con el triunfo después de tres jornadas en las que tan sólo pudo sumar un punto de nueve posibles y en las que se apartó de la lucha por el título para centrarse en el mal menor: asegurarse una plaza en la promoción de ascenso.

Los de Tomé golearon al modestísimo Madalena Morcín en un duelo sin historia. Los caudalistas marcaron muy pronto demostrando la diferencia sideral entre un plantel hecho por y para el ascenso y otro para disfrutar de una categoría que para la entidad es ya un sueño hecho realidad.

Los tantos de Jandrín y Cristian antes de que se llegara al minuto diez de juego decantaron muy pronto un partido en el que a los morciniegos sólo les quedaba confiar en el milagro, como ocurrió en la primera vuelta cuando ganaron en Santa Eulalia al coloso mierense, para sacar un resultado positivo de su primera visita al Antuña. Esto no ocurrió y el partido no tuvo historia. El grande marcó pronto y luego jugó con los tiempos para golear sin remisión a un Madalena que vivió un día para el recuerdo.