Butacas arrancadas, puertas por los suelos, tuberías rotas, pegatinas con el lema "Fck Rsg" o "Anti Rsg". El Sporting abrió las puertas de El Molinón dos días después del derbi para mostrar el estado en el que quedó la zona habilitada para los 1.200 aficionados del Oviedo desplazados a Gijón. Lo hizo tras el comunicado en el que puso número a los desperfectos: Seis de los baños o cabinas individuales habilitadas, integradas junto a otros cuatro metros corridos de urinarios, "destrozadas". El club también numeró en "cien" las butacas "inhabilitadas".

"Vale más una imagen que mil palabras", subrayó Javier Martínez, vicepresidente del Sporting, al verbalizar el comunicado realizado por el Sporting para responder a las acusaciones del Oviedo y las peñas azules. El gijonés abrió después el paseo por la grada en la que se situó a los seguidores azules, en el que estuvo acompañado de los consejeros Fernando Losada y Ramón de Santiago -que ya se habían sentado junto a él durante la lectura del comunicado del Sporting en la que no se permitieron preguntas- y de Jorge Guerrero, presidente de la Federación de Peñas.

"No se pueden quejar", argumentaron los rojiblancos tras el paso por las dos zonas que aseguran haber habilitado para baños y bares. "El dispositivo de seguridad previsto para el derbi del pasado domingo es exactamente igual al dispuesto en el derbi disputado en la temporada anterior", se subrayó, también, en el comunicado rojiblanco, para ahondar en la sorpresa de que sea ahora cuando surgen todos estos inconvenientes por parte del club y la afición azul.

A las "483 botellas de agua" que defiende el Sporting haber vendido a la afición carbayona, la entidad gijonesa apostilla que quedó "un sobrante de 348 unidades no requerido por la afición del Oviedo". Martínez, además, apuntó que el club reforzó el servicio de bar "con cuatro mochileros con bebidas para aquellos aficionados que no querían bajar al bar de la zona baja", siendo éste, enfatizó, "un servicio adicional en esta temporada". La puntualización surgió un día después de que el presidente de la APARO manifestara la queja de que, entre otras cosas, "tampoco había bar para poder beber algo. Hubo gente que no pudo beber agua. Nos parece que el trato fue indigno por parte del Sporting".

En todo caso, Javier Martínez concluyó que fueron minoría los seguidores que tuvieron una mala conducta. "Agradecemos el comportamiento de la afición del Sporting, así como la de la gran mayoría de la afición visitante que hizo del evento una fiesta de Asturias", concluyó.