Por segunda jornada consecutiva en Balaídos, el celtismo vivió algo parecido a un milagro. Al descanso, la Real Sociedad mandaba en el marcador (Willian José, de penalti, min. 32) y ponía en duda la reacción del Celta. Así que todo el mundo miró hacia Iago Aspas y el delantero lo volvió a hacer: empató de penalti en el 50 y le dio la vuelta al marcador con un gol de cabeza en el 70. El 2-1 mantuvo la incertidumbre hasta que, en el 90, el otro artillero vigués, Maxi Gómez logró el 3-1.

Con la derrota del Valladolid frente al Sevilla (0-2, goles de Roque Mesa en el 84 y Munir en 92), el Celta se aseguraba salir de los puestos de descenso, pero miró de reojo a lo que ocurría en el Benito Villamarín. La victoria del Betis frente al Villarreal (2-1), con penalti fallado por Cazorla en el 89, deja al Villarreal en una situación muy delicada.

El empate del Levante-Huesca (2-2) aprieta aún más la lucha por la permanencia.