Diego Costa, delantero del Atlético de Madrid, no jugará más esta temporada salvo que el Comité de Apelación rebaje la sanción de ocho partidos que le impuso Competición por su expulsión en el Camp Nou, un cierre abrupto a un año ensombrecido por las lesiones, las tarjetas y los altibajos, con sólo 21 encuentros y cinco goles. El Atlético apelará la sanción que figura entre las más altas impuestas en el fútbol español y es la mayor para un jugador desde los diez encuentros con los que fue castigado el entonces madridista Pepe en 2009.