Casi en silencio, el Marino de Luanco ha firmado su mejor temporada de la historia en cuanto a puntuación -87 puntos-. Lleva 24 partidos seguidos sin perder y tiene el primer puesto a tiro. Casi en silencio, el Marino de Luanco lleva apostado en su trinchera durante todo el año, esperando su momento para ser campeón. Y ese momento puede llegar este fin de semana en el caso de que pinche el Lealtad contra el Llanera o los de Oli venzan por una mayor diferencia de goles que los maliayos. "Venimos de menos a más, confiamos mucho en este equipo", aseguró el presidente Luis Gallego.
El Marino de Luanco ha logrado dejar a cero una diferencia de diez puntos que llegó a tener con el líder. El Lealtad, que no ha perdido ni un solo partido en lo que va de año, podría ser el primer equipo que termina la Liga invicto y no le vale para ser campeón. Su partido contra el Llanera no será sencillo, puesto que su rival se juega entrar en la fase de ascenso.
"Tenemos que estar tranquilos. La clasificación hoy por hoy dice que ellos son primeros y nosotros segundos. Nunca hemos perdido la fe y ese es nuestro secreto. Seguimos ahí agazapados", explicó Gallego.
La temporada marinista es para enmarcar. Ha logrado la clasificación para la Copa del Rey y desde hace semanas sabe que estará en el sorteo de Las Rozas del próximo lunes para luchar por una plaza en la categoría de bronce. Y eso con una dificultad añadida: los entrenamientos.
"Llevamos todo el año moviéndonos para ir a entrenar. Hemos ido a Gijón, a La Morgal, a Candás. Si nosotros nos ejercitamos en Miramar, nos quedamos sin campo. En eso, el Lealtad tiene una ventaja porque siempre entrenan en Amandi", concretó el dirigente.
En ese sentido, Gallego aprovechó para mandar un recado a la clase política para acometer la imperiosa reforma del césped sintético de Balbín. "No solo nos beneficiaríamos nosotros, sino también el Podes y el Gozón. Es necesaria", zanjó el presidente del Marino, Luis Gallego.
