Respiro tras el pitido final y conocer que su equipo de Tercera División había logrado la salvación. El presidente del Gijón Industrial Diego Junquera, que cumple dos años en el mandato, tuvo el mejor regalo de cara al 50 aniversario de la entidad gijonesa: la permanencia. Lejos de la euforia, el máximo mandatario fabril asegura que "es un alivio seguir en Tercera, pero la salvación no tapa la temporada tan horrible que se hizo". Ha tomado nota de una apuesta que no ha cumplido con las expectativas por lo que cree que es una campaña que "sirve para aprender y olvidar, el descenso era un paso atrás y retroceder en toda la modernización que se está haciendo en el club", relata.
Diego Junquera confiaba en la carambola, pero temió por no completarla. "Tenía más miedo en fallar nosotros a que el Universidad puntuase", asegura con franqueza. La ecuación se cumplió, no exenta de muchos nervios a su alrededor en un año en el que han pasado tres técnicos por el banquillo fabril. "Fue una muy mala temporada y uno piensa que le está saliendo todo mal, por lo que creía que algo debía de salir bien", comenta. El gol en el minuto 86 de Villa certificó la deseada salvación para festejar el medio siglo de existencia de la entidad gijonesa.
Actos del 50 aniversario
Unos actos para los que ya comienza a trabajar y en los que el presidente del Gijón Industrial espera que lleguen a buen puerto. Uno de ellos será el de medirse al Compostela. El motivo, explica Diego Junquera, se debe a que "fue el primer partido oficial que disputó el club fuera de casa". Será uno de los asuntos que deberá de resolver de cara a la próxima temporada, para la que el club solo cuenta en la actualidad con Pablo Acebal (con contrato), mientras que Iván Llamas tiene la renovación sobre su mesa tras caer lesionado. "Nos reuniremos la junta directiva para ver el perfil de entrenador que queremos, veremos las opciones que hay, quizás apostemos por alguien joven", detalla. Sobre la plantilla, tras su decepción, avisa de que "habrá bastantes cambios".
