Muchas veces, los grandes logros pasan desapercibidos. Marta Piquero (Pola de Lena, 1998), campeona del Mundo de hockey sobre patines, voló ayer de vuelta a Asturias desde Barcelona como si fuese una pasajera más. Como si el domingo no hubiese hecho historia ganando a Argentina (8-5) con la selección española femenina y llevándose el Mundial, -celebrado en esta ocasión en la ciudad condal- por tercera vez consecutiva. España suma ya siete Copas del Mundo y domina el hockey sobre patines de mujeres.
Pero ser un deporte minoritario tiene sus inconvenientes. Por ejemplo, que al equipo ganador al completo no le dejen entrar a una discoteca por vestir ropa deportiva. Las campeonas del Mundo se acabaron colando. "Pero lo celebramos igual...Llevábamos chándal y no nos dejaban pasar. Estuvimos de cena y salimos por el puerto. ¡Pero tampoco mucho!", comentaba la todavía jugadora del Telecable en el aeropuerto de Asturias, pasadas las 15.30 horas. Allí le esperaban su hermano, Roberto -no pudo presenciar la final porque se examinaba para Guardia Civil- y su primo, Lorenzo Piquero, que sí estuvo en un Palau Blaugrana completamente abarrotado.
Gesto cansado, media sonrisa y voz gastada, la lenense solo pensaba ayer en quedarse de vacaciones y descansar tras una larga temporada que concluye con medalla -ayer no la pudo traer físicamente, ya que viajará a Asturias por servicio de mensajería-. "Después de dos campeonatos seguidos sabíamos que era muy difícil. Jugar en casa tiene presión y supimos gestionarlo muy bien. Trabajamos muchísimo y disfrutamos, por eso pudimos ganar. Ahora toca descansar del duro año." Serán, además, unas vacaciones especiales antes de viajar a Portugal para comenzar la pretemporada con el Benfica, su futuro equipo para al menos la próxima temporada. Sara Lolo (Gijón, 1992), la otra integrante asturiana de la selección, también jugadora del Telecable, aún en Barcelona, seguía en una nube tras una larga celebración que se estiró el domingo hasta la noche, donde disfrutaron de la fiesta de final del campeonato. Lolo, que se quedará unos días de vacaciones en la ciudad condal, corrobora la anécdota de la discoteca. "Hubo un pequeño problema para entrar por ir vestido con ropa deportiva, pero hicimos un apaño, aunque al final estuvimos más tiempo fuera en el paseo o en la playa", detalla. Nada aguó la celebración junto al resto de componentes de la selección en un día que "fue muy agradable, lo disfrutamos al máximo al jugar por la mañana y, por la tarde, una ya se daba cuenta de lo que habíamos conseguido". Sara Lolo y Marta Piquero igualan con tres títulos mundiales los logrados por la asturiana Natasha Lee, que no fue convocada para esta Copa del Mundo,
La representación del Telecable Gijón en la selección española campeona lo cierra María Sanjurjo (La Coruña, 2000). La gallega, que fue una de las grandes protagonistas de la final con dos goles cruciales para obtener el título mundialista, recibió ayer en su Coruña natal un recibimiento de honor, por todo lo alto. Tras aterrizar a las 17.30 horas en el aeropuerto coruñés fue llevada al Colegio Liceo, donde cubrió sus primeras etapas en las categorías inferiores. Allí le recibió un pasillo de campeona, todo el mundo con los sticks en alto. "El recibimiento ha sido perfecto, me ha hecho mucha ilusión ver a familiares, amigos y excompañeros", detallaba desde tierras coruñesas Sanjurjo.
La gallega del Telecable Gijón cerraba así un estreno triunfal con la selección española, logrando su primer título internacional en su primera participación mundialista. "He tenido el estreno perfecto, para ser la primera vez ha estado muy bien, mejor imposible, ganar un Mundial y en casa; no se puede pedir más", finalizó Sanjurjo.
